Juego de Tronos triunfó en la 67 edición de los Emmy como mejor drama y Veep hizo lo propio en el campo de mejor comedia, en una ceremonia que dejó para el recuerdo los históricos triunfos de Jon Hamm y Viola Davis como mejores actores dramáticos. La victoria de Veep pone fin al reinado de Modern Family, que se impuso en las últimas cinco ediciones.
Por su parte, Hamm (Mad Men) se alzó por fin con la estatuilla tras ocho nominaciones consecutivas. "Esto ha sido un error terrible, claramente. Me parece increíble e imposible que esté aquí hoy", afirmó el actor sobre el escenario del Teatro Microsoft de Los Ángeles (California).
Además, Davis (How to Get Away With Murder) se convirtió en la primera mujer negra que gana el Emmy en esa categoría. "Lo único que separa a las mujeres negras de las demás son las oportunidades", declaró.
"No puedes ganar un Emmy por papeles que, simplemente, no existen", añadió. Juego de Tronos también se llevó los premios al mejor actor de reparto, para Peter Dinklage, en la que es su segunda victoria tras cinco nominaciones seguidas, así como los de mejor dirección (David Nutter) y mejor guión (David Benioff y DB Weiss) en la rama dramática.
"No he preparado nada, incluso estaba masticando chicle", declaró Dinklage, realmente asombrado. El galardón de mejor actriz secundaria fue para Uzo Aduba (Orange is the New Black), en su segunda victoria seguida. Entre lágrimas y completamente emocionada, Aduba indicó: "Quiero dar las gracias mil veces".
El premio de mejor comedia fue entregado por el veterano Mel Brooks, en tanto que el de drama llegó de manos del comediante Tracy Morgan, recuperado tras un accidente de tráfico que puso en peligro su vida. Olive Kitteridge reclama el protagonismo con seis premios.
La miniserie de HBO Olive Kitteridge reclamó también parte del protagonismo de la gala al cosechar seis estatuillas, entre ellas las de mejor serie limitada, mejor actor (Richard Jenkins) y mejor actriz (Frances McDormand) en ese terreno. Jenkins, con su primer Emmy en las manos, dio las gracias "a las increíbles mujeres que hicieron posible Olive Kitteridge" y dedicó el triunfo a su esposa, con la que contrajo matrimonio hace 46 años.
Por su parte, McDormand, que también obtiene el primer Emmy de su carrera, declaró: "Estamos todos aquí por el poder que tiene una historia bien contada. A veces eso es suficiente".
Un ausente Bill Murray se hizo con el galardón al mejor actor secundario, Jane Anderson logró el de mejor guión y Lisa Cholodenko el de mejor dirección. Regina King (American Crime) completó los premios en las ramas de interpretación con el Emmy a la mejor actriz secundaria. Olive Kitteridge es una adaptación en cuatro capítulos de la novela homónima de Elizabeth Strout, que discurre en una pequeña ciudad costera del estado de Maine y en donde el personaje de McDormand, una estricta profesora de matemáticas, es el eje central de la trama.