Lagarde explico que lo que parece ser una inacción para hacer frente a la crisis en Grecia, refleja en realidad la disociación entre la voluntad expresada por los gobiernos de la región, y la actuación de sus parlamentos.
“Claro que hay una brecha entre los compromiso sólido y los tiempos para su implementación”, indicó la funcionario, al hablar aquí durante la rueda de prensa inaugural de la reunión anual de otoño del FMI.
Lagarde reconoció la importancia de “insistir en la implementación de estos compromiso. Es crítico en el caso de Grecia”.
Cuestionada sobre la reacción negativa que los mercados de inversión han mostrado a la situación en Europa ante la percibida indecisión política para resolver la crisis griega, Lagarde dijo que “hay muchos países que están tomando las medidas necesarias y están en el proceso de implementarlas, y obviamente hay una brecha ahí”.
Considero que estos son el tipo de acciones que están siendo opacadas por otras en el frente político, y que han pasado a dominar la atención de los mercados.
“Hay cosas buenas que provienen de Europa y que no están siendo reconocidas por los mercados“, dijo.
En términos generales, Lagarde reitero la valoración en el sentido de que la economía mundial ha entrado en una peligrosa fase que requiere de una pronta acción política, pues “vemos riesgos en el horizonte”.
“La recuperación que se esperaba se ha debilitado y claramente es un riesgo desde el punto de vista económico pero también social, porque con menos crecimiento hay menos trabajo”, precisó.
Lagarde dijo que en el caso de las economías avanzadas existe el riesgo de que los problemas con los déficits y la deuda “puedan dificultar la recuperación.
Por lo que toca a los mercados emergentes, estos “no están haciendo lo suficiente para empujar los mercados domésticos, y pasar de la demanda publica a la privada”.
Lagarde consideró que “existe un camino para la recuperación”, pero lo que se requiere ahora es que la voluntad política de los gobiernos se traduzca en acciones rápidas por parte