El martes pasado las firmas Standard & Poor’s (S&P) y Fitch rebajaron la calificación de la banca española -que incluye 15 entidades-, entre ellas Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) y Santander.
A la primera institución pertenece el banco más grande del sistema en México por su nivel de activos, cartera y captación, bajo el nombre de BBVA Bancomer; y a la segunda la cuarta entidad en el escalafón bancario en el país, bajo el nombre de la misma matriz.
En este contexto, el presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), Jaime Ruiz Sacristán, aseguró que los bancos nacionales se mantienen sólidos, por lo que descartó que las decisiones de S&P y Fitch afecten a las entidades mexicanas.
Por su parte, el secretario ejecutivo del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB), José Luis Ochoa Bautista, dijo que al darse estos eventos internacionales, la diferencia para la banca en México es la posición privilegiada en la que hoy se encuentra.
Recordó que desde hace muchos años, la supervisión y regulación bancarias se fortalecen en México, y ejemplo de ello fue la adopción en su momento de los acuerdos de Basilea II y la próxima aplicación de los nuevos acuerdos de capital o Basilea III.
Además, subrayó, la banca tiene una posición sólida y prueba de esto es su alto Índice de Capitalización (Icap), con un promedio actual de 17 por ciento.
Ochoa Bautista explicó que este Icap implica de fondo que los bancos tienen mayor capacidad de apalancamiento o capital en demasía para hacer frente a mayores pérdidas no esperadas.
“Es decir, que de presentarse condiciones extremas dentro del sistema bancario -como una importante desaceleración de la economía, fuerte pérdida de empleo y necesidad de reestructurar todo el crédito que ha otorgado la banca-, y con ello constituir mayores reservas de crédito, el índice de capital holgado permite enfrentar todas estas contingencias”, subrayó.
En su momento, el presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), Guillermo Babatz Torres, comentó que los planes de todas estas instituciones (extranjeras) es aumentar el nivel de capitalización y la inyección de capital en los bancos en México, que incluye representación de utilidades, porque aquí es donde hacen negocio.
Así que “lejos de estar pensando en llevarse el capital de aquí a otros países, lo que están haciendo es reinvirtiendo el capital, porque aquí están teniendo un crecimiento sano”, enfatizó.
A su vez, el director de Análisis de Instituciones Financieras de Fitch Ratings, Alejandro García, opinó que lo fundamental de la banca en el país es su nivel de solvencia, a pesar de que en los últimos tres años ha registrado menores crecimientos.
Tiene también gran liquidez, financiada en su mayor parte por depósitos que históricamente han permanecido estables, bien pulverizados y atomizados, abundó.
A todo esto se suma que los bancos en México tienen una adecuada gestión de riesgos, especialmente el que se refiere al crediticio, que se ha ido fortaleciendo y pese al aumento del nivel de morosidad y reservas en 2008 y 2009, como sistema no generaron pérdidas.
A decir del senior Credit Officer de Moody’s, David Olivares Villagómez, los eventos de crisis en las casas matrices de algunos bancos en México no han tenido consecuencias sobre éstos, pues el negocio se desarrolla en el país, se rige por la regulación mexicana y no hay dependencia a líneas de fondeo por parte de estas instituciones extranjeras.