La economía mexicanamantiene su trayectoria ascendente, a un ritmo menor, pero con solidez macroeconómica”, a pesar del complejo y volátil entorno financiero global, aseguró la Confedereación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos (Concamin).

Señaló que hay signos positivos en el ambiente económico nacional como la ausencia de presiones inflacionarias, el aumento del empleo, el repunte de las remesas internacionales, el incremento de las exportaciones no petroleras, el control sobre las finanzas públicas.

Asimismo, el aumento moderado de la inversión y la capacidad de gobierno y sector privado para concretar iniciativas valiosas para el mercado, las empresas y el empleo, resaltó en su carpeta de indicadores económicos del mes de noviembre.

Nos preparamos a cerrar el año bajo el impulso del programa “El Buen Fin”, diseñado y concertado entre los sectores público y privado para incentivar al mercado interno justo cuando más falta hace el empuje del motor interno”, subrayó.

Resaltó que la industria mexicana, por su parte, cerró septiembre con un crecimiento en su producción de 3.6 por ciento respecto a igual periodo de 2010, superando el avance de los dos meses previos y tratando de revertir la tendencia a la baja mostrada en la mayor parte del año.

Tres de sus cuatro componentes cerraron el noveno mes con cifras positivas, y sólo la producción minera hilo su novena caída consecutiva, al descender 4.7 por ciento, expuso el organismo empresarial.

En tanto, la generación de electricidad, agua y suministro de gas reportó un avance de 5.7 por ciento, manteniéndose como uno de los componentes más dinámicos del sector fabril mexicano.

Por su parte, añadió, la industria de la construcción aceleró el paso, tras crecer 6.5 por ciento respecto a septiembre de 2010, dando muestras de un paulatino fortalecimiento en la etapa final del año.

La actividad manufacturera cerró el noveno mes del año con un aumento de 4.8 por ciento, impulsada por el avance en la producción automotriz, alimentaria, de maquinaria y equipo, productos a base de minerales no metálicos, industria del plástico y hule, bebidas y tabaco, productos metálicos, productos químicos y metálica básica.

A escala regional, el desempeño fabril desigual, “sólo el fortalecimiento del mercado interno y una activa política industrial podrán modificar este patrón de crecimiento”, puntualizó.