La competitividad del país y de las empresas mexicanas será el mejor blindaje contra la entrada de productos chinos, una vez que venza el Acuerdo Comercial de Transición en materia de Cuotas Compensatorias entre México y China, afirmó la Coparmex.

El organismo empresarial recordó que a partir del 12 de diciembre se agudizará la competencia china, al vencer el acuerdo que amparaba 204 fracciones arancelarias, que comprenden mercancías de sectores como textil, vestido, calzado y juguetes.

Así, las importaciones chinas en estos rubros podrán entrar al mercado mexicano sin tener que pagar una tasa adicional sobre el valor en aduana.

Por ello, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) llamó a los empresarios a estar atentos y unidos, a competir limpiamente, con productividad y calidad, y que las autoridades se aseguren que haya equidad real y cumplimiento de la ley.

Considera también necesario demandar una mayor reciprocidad por parte de China, para que no se frene a los exportadores mexicanos con barreras no arancelarias.

Esto va en línea con la necesidad de diversificar las exportaciones mexicanas, ante la desaceleración que se presenta en los principales destinos comerciales que tiene México, subraya.

Refiere que mientras el costo laboral y de la subvaluación monetaria en China sigue incrementándose, la ventaja logística de México sube de valor, aunque “de cualquier modo, siguen haciendo falta las reformas estructurales”.

En su publicación “Señal Coparmex”, el organismo destaca que siempre ha sido un promotor de la libre competencia nacional e internacional y que los acuerdos internacionales tienen que cumplirse, pero se debe garantizar que la contraparte haga lo propio.

Lo anterior, precisa, “para que podamos competir sin desventaja, para que la competencia abierta sea un factor de desarrollo y no de pérdida de empresas y de empleos”.

La Coparmex se pronunció de esta manera por medidas efectivas para combatir el contrabando y la proliferación de productos pirata, que cada vez dañan más a la economía nacional.

Se estima que las marcas falsas que ingresan a México implican pérdidas de hasta 40 por ciento de las ventas de los productores originales, que invierten en innovación y desarrollo, generan empleos formales y pagan impuestos.

Propuso además un esquema eficaz para detectar prácticas de dumping (venta de un producto por debajo de su valor real en el mercado), así como una supervisión adecuada de los importadores, apegada a derecho y que no perjudique a quienes operan con honestidad y competitividad.

Defendamos nuestras empresas y los empleos de los mexicanos, exigiendo reciprocidad y comercio leal, evitando los productos de la piratería y el contrabando, siendo cada vez más competitivos y comprando los productos de calidad que se hacen en México”, subraya.