El gerente de Relaciones Pública de Granjas Carroll de México, Tito Tablada Cortés, confirmó la adquisición de Smithfield Foods por la procesadora de carnes china Shuanghui International Holdings Ltd.
La operación, explicó, representa el 50 por ciento de la Granjas Carroll, “la correspondiente a nuestros socios americanos. El otro 50 por ciento sigue siendo capital mexicano”.
Desde la visión de Tablada Cortés, esta operación traerá beneficios a la porcicultura china y mexicana. En primera instancia, los chinos garantizarían el abasto interno de carne de cerdo, uno de los principales consumidores de carne de cerdo del mundo —consumen casi la mitad de la carne de cerdo que se produce a nivel mundial—.
En los últimos meses, China ha pasado por algunos pequeños escollos en esa materia de sanidad e inocuidad y su producción se vio disminuida. Con la adquisición del 50 por ciento de Granjas Carroll, recalcó, los chinos no sólo garantizarán su abasto, sino que mejorarán todo su sistema de producción en términos de sanidad, higiene e inocuidad para el consumidor final y les permitirá mejorar los estándares de producción, de sustentabilidad y de responsabilidad social.
Nuevos aires para la porcicultura mexicana
En los últimos meses de 2012 y los primeros de 2013, la porcicultura mexicana ha tenido pérdidas importantes; los costos de producción rebasaron a los precios de venta. “Estos meses vendimos más barato de lo que producimos”.
Esta situación, explicó Tablada Cortés, “generó pérdidas, cierre de empresas, fusiones y venta de pequeñas empresas, sin embargo, con la transacción china, se abren grandes posibilidades para revertir esta tendencia.
”La alianza México-China convierte a las empresas mexicanas en estratégicas, entre ellas Granjas Carroll. Estas sinergias, recalcó, beneficiará en los estados de Puebla y Veracruz.
”Ahora, los pequeños productores tienen la posibilidad no sólo de seguir atacando un mercado regional y local, sino de encadenarse a otros productores bajo esquemas de asociacionismo, como la aparcería.”
Con estas acciones, recalcó, “se podrán incrementar las exportaciones de otros estados porcicultores del país”. Hoy sólo Sonora, Yucatán y Jalisco exportan carne de cerdo, principalmente los países asiáticos, entre ellas Japón, pero sólo exportan 71 mil toneladas al año, cuado el país produce alrededor de un millón de toneladas de carne; “es un porción muy baja, hay una gran oportunidad de exportar”.
Quitará excedentes
La exportación permitirá liberar al mercado mexicano de excedentes de carne y dará la posibilidad a los productores nacionales de invertir, generar empleo y producir más para abastecer el mercado nacional.
“Esto provocará que la porcicultura sea una actividad mucho más rentable, se mejorará el precio y se garantizará el abasto, sin embargo, es importante mejorar la calidad de la producción de carne de cerdo.”
En la actualidad, en México sólo existen cinco plantas acreditadas por Estados Unidos para exportar a ese país y en consecuencia al mercado japonés.
Las negociaciones para exportar a China se están concretando, la propuesta mexicana es la exportación se dé bajo el contexto de las plantas TIF —Tipo Inspección Federal—.
De esta forma, México pasará de 5 a 50 plantas certificadas para poder exportar; “esta es una gran oportunidad de negocio para la porcicultura mexicana”.