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El gobierno de México debe atacar la desaceleración de la economía con una política fiscal que favorezca la inversión y la conservación del empleo, afirmó hoy el el director del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tecnológico de Monterrey, campus estado de México, José Luis de la Cruz.
Dichas medidas deben aplicarse a nivel federal e involucrar a los 31 estados del país, dijo a Xinhua De la Cruz.
El economista hizo este planteamiento al comentar el segundo reajuste en el pronóstico de crecimiento económico de la Secretaría (ministerio) de Hacienda y Crédito Público, el cual pasó de 3,1 por ciento en mayo pasado a 1,8 por ciento el martes último, previsión que contrasta con el crecimiento de 3,5 por ciento anunciado al inicio del año.
Las medidas deben partir del gobierno federal, fundamentalmente en la inversión, con la finalidad de apuntalar los sectores estratégicos para mantener el crecimiento económico y evitar un mayor desempleo en México, en una especie de pacto con las empresas, indicó.
De igual forma consideró contraproducente un aumento de impuestos, debido a que pueden provocar una desaceleración mayor.
Impuestos a la nómina que en este año se aplicaron en algunos estados van en contrasentido a la creación de empleos y a la inversión de las empresas productivas, explicó.
El director del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tecnológico de Monterrey subrayó que en todos los periodos de gobierno (seis años) en México han existido por lo menos una desaceleración significtiva.
La pasada administración del ex presidente Felipe Calderón experimentó la crisis de 2009, mientras que la del ex mandatario Vicente Fox tuvo un estancamiento entre 2001 y 2003, a lo cual se suman las desaceleraciones de gobiernos anteriores.
La falla recae en que se conserva un modelo económico que no genera crecimiento, al cual se ha intentado reformar para tratar de impulsar la economía, la generación de empleos y la disminución de la pobreza.
Este modelo no ha funcionado, por lo tanto es necesario plantear nuevas formas de crecimiento de la economía como impulsar la creación de empresas e incentivar la generación de empleos bien remunerados, "es la oportunidad de cambiar hacia nuevas formas de conducir la economía mexicana", aseguró De la Cruz.
Prueba de ello es que la contracción de la actividad industrial continúa en México y en Estados Unidos, comentó.
En el caso mexicano fue de 2,4 por ciento en junio pasado, producto del registro negativo en todos sus componentes.
El de la construcción fue el más afectado. La contracción de 6 por ciento impactó el menor ritmo de actividad económica y alcanzó a todas las desarrolladoras de vivienda, resaltó.
Las manufacturas también se desaceleraron (menos 1,2 por ciento) y la elaboración de maquinaria, equipo, automóviles, textiles, vestido, equipo electrónico y eléctrico fueron segmentos muy afectados.
Estas situaciones llegaron al mercado interno, lo cual implicó que las familias tengan menor capacidad de consumo y las empresas menor capacidad de inversión y una desaceleración mucho más significativa de lo previsto por el gobierno federal y por la mayoría de los analistas para finales del año pasado.
El economista agregó que esta precarización de la economía se mantendrá durante el segundo semestre de 2013, lo cual implica que el crecimiento económico puede ser menor al 1,8 por ciento previsto por la Secretaría de Hacienda en su reajuste del martes.