La posibilidad de que México eleve al 4 por ciento su tasa de crecimiento económico, como lo prevé el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, se está complicando tras los débiles datos del primer trimestre de 2019, consideró el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).

En su reporte semanal, el CEESP, que depende del privado Consejo Coordinador Empresarial (CCE), dijo que la contracción del 0,2 por ciento que observó el Producto Interno Bruto (PIB) entre enero y marzo de este año confirmó la fase de debilitamiento de la economía mexicana.

"Más aún, los resultados más recientes de otras variables que igualmente tienen relevancia dentro del PIB mantienen un comportamiento a la baja", indicó el organismo al referirse a indicadores como las ventas al por menor.

"Los especialistas consideran que el promedio de la tasa anual de crecimiento para los próximos 10 años será del 2,2 por ciento", añadió.

Los pronósticos más optimistas anticipan un promedio de crecimiento del 2,8 por ciento para la economía mexicana, de acuerdo con el CEESP.

Los ciclos económicos de México tienen un vínculo muy estrecho con Estados Unidos, que está dando señales de desaceleración económica.

Por el lado interno, el sector de la construcción también ha resentido de forma notoria la debilidad de la economía, acumulando hasta marzo pasado nueve meses consecutivos en zona de contracción.

Esto ha derivado también en una menor capacidad para generar empleos en el sector, uno de los más intensivos en cuanto a mano de obra, indicó el CEESP.

Varios organismos y especialistas han recortado sus proyecciones para el crecimiento que verá la economía mexicana en los próximos dos años, en medio de un tránsito comercial más complicado a nivel mundial.

El central Banco de México (Banxico) redujo el pasado 27 de febrero sus estimaciones para el crecimiento económico del país de 2019, a un rango del 1,1 y 2,1 por ciento, desde el 1,7 y 2,7 por ciento anterior.

López Obrador, quien asumió el pasado 1 de diciembre, tiene como meta llevar el crecimiento económico del país a niveles del 4 por ciento mediante una política de austeridad y de combate a la corrupción, para destinar más recursos a proyectos productivos.

En 2018, el PIB mexicano se expandió un 2,0 por ciento.

El gobierno de López Obrador estima un aumento del PIB de entre el 1,1 y el 2,1 por ciento en 2019, y de entre el 1,4 y el 2,4 por ciento para 2020.