La ola de violencia que se ha desatado en Puebla se debe a la disputa de grupos criminales por controlar el narcomenudeo y el robo de combustible en el estado, siendo la zona metropolitana la que sufre mayor inseguridad, advirtió el secretario de Seguridad Pública a nivel local, Daniel Iván Cruz Luna.

En esa tónica, rechazó que los hechos recientes como el hallazgo del cuerpo desmembrado del empresario veracruzano César Eduardo Garrido, de 24 años, en una hielera frente al C5, deban ser vistos como una “afrenta” para el gobierno o producto del proceso de transición en la gubernatura.

Entrevistado tras acudir a la ceremonia por el 238 aniversario del natalicio del general Nicolás Bravo, el funcionario reiteró lo dicho por el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina, respecto a fue un ataque directo contra el empresario, debido a que al parecer “se dedicaba a alguna actividad ilícita”.  

Por lo anterior, defendió que la delincuencia no ha rebasado a las autoridades y refirió que todos los casos ya son investigados por la Fiscalía General del Estado (FGE).

“Tenemos una consigna muy importante los tres órdenes de gobierno y hemos trabajado para contener a los grupos directivos y se han hecho aseguramientos importantes”, destacó al mencionar la presencia del Ejército, la Marina y la Guardia Nacional en territorio poblano.

Sobre si falló el protocolo de vigilancia en el C5, el funcionario estatal alegó que si los delincuentes pudieron ingresar a las inmediaciones del inmueble, es porque hay una bahía vehicular que es ocupada por abogados litigantes y familiares de personas que son detenidas, por lo que aprovechando la clandestinidad, el horario y otros aspectos, incendiaron el auto, dejaron la hielera y salieron corriendo.

“Es una respuesta por el interés que tienen los grupos delictivos de seguir apoderándose del tema de narcomenudeo, de robo de hidrocarburo y algunos otros aspectos importantes en el estado (…) ya muchos de ustedes (los medios) han dado a conocer los vínculos o concatenaciones de las amistades con las que se relacionaba (el empresario levantado en la plaza comercial Solesta)”, abundó en torno a César Garrido que fue privado de la libertad a las afueras del restaurante Mochomos y cuyos restos fueron abandonados frente al C5.