Varios tanques sirios atacaron la ciudad rebelde de Hama durante la madrugada del domingo causando al menos 97 muertos. Así lo asegura Amar Qurabi, presidente de la Organización Nacional de los Derechos Humanos. Esta ONG denuncia que el asalto del ejército en varias ciudades del país árabe se saldó con otros 27 muertos, elevando el total de las víctimas a 126.
Durante los últimos meses, en los alrededores de Hama se han visto algunas de las mayores manifestaciones contra el Gobierno del presidente Bashar Asad.
"Los tanques están atacando desde las cuatro direcciones. Están disparando sus ametralladoras pesadas al azar y destrozando los muros improvisados por los habitantes en los caminos", explicó a Reuters por vía telefónica un residente. Se trata un médico que no quiso ser identificado por temor a ser arrestado y que hablaba con el sonido del fuego de las ametralladoras de fondo.
Con este ataque, Asad trata de aplastar un levantamiento en contra de sus 11 años en el poder que estalló en marzo, inspirado en las revoluciones de la 'Primavera Árabe' vividas en Túnez y Egipto.
Las autoridades sirias han expulsado a los periodistas más independientes, lo que hace difícil verificar los informes de los combates. A su vez, el líder sirio culpa a "los grupos armados terroristas" de la mayoría de los asesinatos registrados durante la revuelta y asegura que más de 500 soldados y personal de seguridad han sido asesinados.
En el caso de Hama, la agencia estatal de noticias asegura que "grupos armados" están atemorizando a los ciudadanos de esta localidad disparando desde los tejados. La ciudad fue el escenario de una masacre en 1982, cuando el padre de Asad, el presidente Hafez Asad, envió sus tropas para aplastar la insurrección islamista, matando a 30.000 personas.