El presidente de EU, Barack Obama, hizo uso de sus facultades como mandatario y firmó hoy 23 órdenes ejecutivas que endurecen el uso de armas de fuego en el país, en un plan de 500 millones de dólares.
Las órdenes incluyen prohibir el uso de armas de asalto y pedir a las agencias federales facilitar el acceso a datos para revisar antecedentes, según el documento oficial difundido por la Casa Blanca.
Además se establece la designación de un director de tiempo completo de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas y Explosivos, y una orden para que los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades efectúen investigaciones sobre la violencia con armas de fuego.
En un mensaje enviado desde la Casa Blanca, el mandatario reconoció que las acciones más efectivas las tomarán los legisladores.
"Para marcar una diferencia real y duradera, el Congreso debe actuar", declaró Obama. "Y el Congreso debe actuar pronto".
El presidente exigió al Congreso que "ayude en lugar de entorpecer a las agencias de seguridad para que hagan su trabajo", y señaló que hay que ser "más estrictos con aquellas personas que compran armas con el propósito expreso de venderlas a criminales".
Además anunció la nominación de Todd Jones como director de la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de fuego, agencia encargada del control y seguimiento del comercio ilegal de armas.
El anuncio significa una confrontación casi segura con la Asociación Nacional del Rifle, que ha presumido tener el apoyo suficiente en el Congreso para frenar estas medidas.