Mientras que la Procuraduría General de Justicia (PGJ), por medio del Twitter, rompió el sigilo en las investigaciones del asesinato del exrector de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP) con presuntos fines electorales y la Policía Ministerial del Estado (PME) detuvo a cuatro implicados en el crimen, ayer surgió una hipótesis que revelaría que la muerte de Samuel Malpica Uribe fue como consecuencia de un intento de asalto, luego de que en el lugar de los hechos fueron halladas dos pistolas Pietro Beretta, una de diábolos y la segunda .9 milímetros.
De acuerdo con declaraciones de familiares del exrector, así como de vecinos de la calle Río Nazas y Circunvalación —donde fue hallado el cadáver—, Samuel Malpica cerca de las 22:30 horas del martes 2 de julio salió de su casa para dirigirse a la farmacia a comprar un medicamento porque le dolía la espalda; al llegar a la misma no se lo llevó porque no le alcanzaba el dinero, regresó a su domicilio y nuevamente salió atravesando el jardín donde se encontró con al menos dos de sus victimarios.
Investigadores —que pidieron la gracia del anonimato— sostienen que el exrector fue amenazado para robarle sus valores —iba vestido con un short y una playera, además de que llevaba chanclas—, se enfrentó a los desconocidos que vendrían armados con las dos pistolas Beretta halladas (una de diábolos y la otra .9 milímetros) y una de éstas se disparó tocándole el tiro en el hemotórax derecho, por lo que los agresores tiraron las armas y se dieron a la fuga.
“Un asesino a sueldo o sicario le hubiera disparado al menos en dos ocasiones, una en el tórax y otra en la cabeza, para confirmar la muerte, y luego se hubiera retirado sin tirar el arma; al final, en la zona no había nadie que pudiera identificarlo”, sostuvo el investigador descartando que pudiera tratarse de una ejecución, como en su momento fue informado por los grupos de inteligencia de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado que llegaron al lugar del crimen.
Detienen a cuatro sospechosos
Tras la muerte del exrector de la UAP, Óscar Samuel Malpica, elementos de la Policía Ministerial del Estado habrían detenido al menos a cuatro implicados —dos hombres y una mujer— de quienes dos ya fueron presentados ante el Ministerio Público de Homicidios, para que rindieran declaración dentro de la averiguación previa 059/2013/AEHOM, y dos más estarían siendo interrogados.
La primera presentada fue María Eugenia Ochoa García, exesposa de Samuel Malpica, integrante del Congreso Progresista, quien cerca de las 7 horas del miércoles 3 de julio fue detenida cuando salía de su domicilio y trasladada a las instalaciones del edificio de la Procuraduría General de Justicia en Tlaxcala 47 de la colonia San Rafael Oriente, donde fue investigada por el crimen violento ocurrido en la colonia Jardines de San Manuel.
Otra presentada es una mujer ligada a la vida laboral del exrector cuyo nombre no fue revelado.
Otros dos implicados fueron materialmente “levantados” por agentes de la PME: el primero, en las inmediaciones de la unidad habitacional Los Héroes y el segundo en un lugar no revelado, mismos que hasta el cierre de esta edición no habían sido presentados ante el representante social para que rindan declaraciones.
Politiza la PGJ muerte del exrector
Por medio del Twitter, la PGJ reveló las dos líneas de investigación con las que cuentan para aclarar el homicidio del catedrático Óscar Samuel Malpica Uribe, con la presunta intención de influir en los comicios electorales del próximo domingo 7 de julio y el mismo día en que terminaron las campañas electorales, lo mismo que la “guerra de lodo”.
La PGJ envió el siguiente comunicado.
“En relación con los lamentables hechos reportados y confirmados del homicidio perpetrado en contra del ex rector de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), Samuel Malpica Uribe, ocurridos la noche de hoy, alrededor de las 22:30 horas en las calles de Río Nazas y Circunvalación de la colonia San Manuel. Se informa que en sus primeras declaraciones la esposa del victimado pudo formular ya, ante las autoridades ministeriales, diversos señalamientos que abren distintas líneas de investigación. La declarante afirma que en el curso de este día (3 de julio) el ex rector se proponía emprender una huelga de hambre relacionada con su demanda pública, formulada en relación con irregularidades administrativas cometidas por administraciones anteriores, en contra de la Máxima Casa de Estudios del Estado.
”Además, como fue ampliamente documentado en las declaraciones formuladas ante medios de comunicación por el propio ex rector y como consta en una denuncia formal presentada ante la Auditoría Superior de la Federación (ASF), se suman otras líneas de investigación, como las amenazas formuladas en su contra por su ex pareja y también por la ex abogada de la Universidad; así como las realizadas por un asesor de la propia Institución académica. A ello se agregan diversos precedentes dentro de los cuales se registra la agresión con arma blanca de la que fue objeto hace apenas seis meses, en las que en su momento el ex rector formuló diversas imputaciones.
”En este momento se efectúa, en la Secretaría General de Gobierno, una reunión de coordinación con la participación de las instancias municipales y estatales de procuración de justicia y de seguridad pública, que cuentan en este momento con una acción coordinada para atender todas las líneas de investigación o aquellas que pudieran surgir a partir de la misma y que permitan garantizar el esclarecimiento pleno de este hecho condenable para que no quede impune.”
Hasta aquí el comunicado.
Cabe destacar que esta es la primera ocasión en la administración del gobierno de Rafael Moreno Valle en la que la PGJ revela detalles de un delito de alto impacto, como el asesinato del exrector de la Universidad Autónoma de Puebla, sin importar que esto afecte a las investigaciones.