Los constantes rumores de la presencia de grupos armados en diversos puntos de San Andrés Cholula y el nerviosismo del personal de la Policía Municipal Preventiva (PMP) pudieron ser los detonantes para que un hombre de 40 años de edad, que presuntamente en el estado de Guerrero se dedica al comercio, fuera abatido de al menos tres impactos de arma de fuego cuando trataba de escapar a bordo de su vehículo Pointer color plata la noche del lunes 14 de octubre, tras haber discutido con su esposa.

En calle Orión, frente al 105 del fraccionamiento Geo Villas del Sur, quedó el vehículo placas HFV-3411 del estado de Guerrero, y en el interior el cuerpo sin vida de Salvador Cano Hernández, quien tenía su domicilio en calle Claustro de la Capilla 17 de esa misma zona, quien quedó en el asiento del conductor, y junto hallaron dos botellas de licor vacías, pero no llevaba ningún arma de fuego.

La Procuraduría General de Justicia (PGJ), a través del Ministerio Público de San Andrés, retuvo para investigación a ocho elementos de la PMP de San Andrés, entre quienes se encuentran los que dispararon contra el comerciante y que como pretexto esgrimen que este hombre les habría “aventado” el vehículo encima para tratar de escapar, por lo que le dispararon.

Los policías que intervinieron poco después de las 21 horas del lunes para intentar detener a Salvador Cano tenían el informe que este hombre —el domingo— había sacado de su domicilio armas largas, por lo que lo consideraron de peligro, además de que dijeron que era noche tripulaba una camioneta Ford Lobo de modelo reciente, con placas de Guerrero.

Otro segundo reporte del mismo hombre —el occiso— indicaba que el lunes se encontraba afuera del Oxxo que se ubica en calle Orión Sur, frente a la mencionada unidad habitacional, por lo que un grupo de uniformados acudieron al lugar y probablemente se preocuparon porque junto al Pointer se encontraba una camioneta Harley negra, con placas HC-79492 del estado de Guerrero.

Al notar que el “sospechoso” se daba a la fuga en el Pointer, de inmediato se inició una persecución que terminó cuando Salvador Cano Hernández fue “cazado” de tres balazos.

Mientras que el Ministerio Público inició las investigaciones de la muerte del comerciante, trascendió que desde el domingo este hombre tenía problemas con su esposa, porque presumía que lo estaba engañando con un taxista; de hecho, existe un reporte de que el occiso, antes de ser “denunciado” de estar armado, había discutido con un taxista y que se habrían amenazado mutuamente.

Se dijo que en las próximas horas la PGJ informará más detalles del caso, además de dar a conocer la situación legal de ocho policías que son “blancos” de una investigación de uso excesivo de fuerza y abuso de autoridad.