Murdoch propietario de News Corporation comparece junto a su hijo James ante la comisión de Cultura de la Cámara de los Comunes por el escándalo de las escuchas ilegales del News of the World.

El ex oficial también se defiende

El exjefe de la Policía Metropolitana (Scotland Yard), Paul Stephenson, dijo hoy que dejar su cargo fue doloroso, pero tuvo que hacerlo rápido para evitar más especulaciones sobre su desempeño en medio del escándalo sobre espionaje ilegal.

Al comparecer este martes ante una comisión de la Cámara de los Comunes (Parlamento) sobre el tema de espionaje telefónico, Stephenson aseguró que tuvo que irse cuanto antes particularmente de cara a la organización de las Olimpiadas de 2012.

“Estamos en el año de las Olimpiadas, tenemos muy poco tiempo. Es lamentable pero tenía que hacerlo”, afirmó Stephenson, quien renunció sorpresivamente el domingo pasado, durante el interrogatorio de 90 minutos por parte de parlamentarios de los partidos políticos.

El exjefe de Scotland Yard compareció por su relación laboral con Neil Wallis, ex subdirector del desaparecido tabloide sensacionalista News of the World arrestado la semana pasada como parte de las investigaciones del escándalo.

Stephenson contrató a Wallis como consultor de relaciones públicas durante un año, hasta septiembre de 2010.

El saliente jefe policiaco aseguró que no tenía razones para dudar de la integridad de Wallis cuando lo contrató en Scotland Yard para hacer labores de relaciones públicas.

Reconoció que investigar el espionaje telefónico no era una prioridad para Scotland Yard, a diferencia de otros casos sonados en el país como violaciones y asesinatos.

Al ser interrogado sobre la relación con editores de News of the World, con los que almorzó una veintena de veces, Stephenson reconoció que la policía tiene que cambiar la manera en que interactúa con los medios de comunicación.

Asimismo afirmó que pese a su renuncia, la Policía Metropolitana se repondrá, ya que cuenta con más de 50 mil empleados profesionales.

Negó que haya actuado de manera incorrecta como jefe policiaco, pero “lamentablemente” tuvo que renunciar para evitar que la prensa se enfocara en su gestión.

El escándalo de espionaje telefónico utilizado por el desaparecido semanario News of the World para lograr notas exclusivas se desató a principios de este mes cuando el diario británico The Guardian reveló, el 6 de julio, información al respecto.

The Guardian difundió que el tabloide había intervenido el teléfono celular de una niña asesinada en 2002 para obtener información exclusiva.

Esa denuncia y otras tantas llevaron al cierre de News of the World, el más vendido de Reino Unido, y su última edición fue publicada el domingo 10 de julio, así como al arresto de al menos 10 de sus exdirectivos.

La policía británica, en tanto, ha sido acusada de haber aceptado dinero del tabloide y de otros periódicos sensacionalistas a cambio de información, y de no haber investigado suficientemente las supuestas escuchas ilegales.