Los embajadores de los veintiocho países de la OTAN se reúnen hoy para decidir sobre el fin de su misión en Libia, ante la confirmación de la muerte del ex líder Muammar Gadafi en su ciudad natal, Sirte.

“Terminaremos nuestra misión en coordinación con las Naciones Unidas y el Consejo Nacional de Transición (CNT). Con la caída de Bani Walid y Sirte, ese momento está ahora mucho más cerca”, afirmó el secretario general de la Alianza, Anders Fogh Rasmussen, en un comunicado emitido anoche, luego de que se confirmara la muerte de Gadafi.

Rasmussen ha explicado en repetidas ocasiones que el fin de la misión aliada en Libia no dependía de la captura de su ex líder, sino del fin de toda amenaza contra la población civil.

El pasado martes, el portavoz de la operación, coronel Roland Lavoie, dijo que las fuerzas pro-Gadafi ya no presentaban una “amenaza creíble” para el país ante el avance de los rebeldes en los dos últimos bastiones de resistencia.

La muerte de Gadafi ha coronado la toma de Sirte por las tropas del CNT.

“Después de 42 años, el reinado de miedo de Gadafi finalmente llegó al fin. Libia puede tirar una línea sobre un largo capítulo negro de su historia y pasar a una nueva página. Ahora el pueblo de Libia puede realmente decidir su propio futuro”, señaló Rasmussen.

El líder aliado también pidió al CNT “evitar represalias contra los civiles y hacer prueba de contención al tratar con las fuerzas pro-Gadafi derrotadas”.