La pasión de Barack Obama por los deportes no es novedad. El máximo mandatario estadounidense aprovechó este lunes un descanso de sus charlas con la OTAN para practicar un poco de fútbol americano.
Como demuestra cada vez que puede pisar un parquet, sus habilidades para desenvolverse en un campo de juego superan ampliamente las de sus predecesores. El común denominador de las apariciones de George Bush hijo en acciones deportivas eran las risas de los presentes por la torpeza del oriundo de New Haven.
El caso de Bill Clinton merece un párrafo aparte, ya que ni su carisma pudo salvarlo del ridículo episodio que protagonizó en diciembre de 1993, cuando una foto suya recibiendo un pelotazo en la cara recorrió el mundo.
A diferencia de Bush y Clinton, Obama ha demostrado muy buena puntería cada vez que se presenta en una cancha de básquet o en un emparrillado. Su última aparición en el estadio de los Chicago Bears, equipo del cual es hincha en la NFL, fue otra prueba de su gusto por disfrutar su tiempo libre practicando deportes.