Obama ha criticado los actos de "destrucción" que tuvieron lugar la madrugada del martes en la localidad de Ferguson tras el fallo del gran jurado de Misuri, que deja en libertad sin cargos a Darren Wilson, el agente de policía involucrado en la muerte del joven afroamericano Michael Brown.

En este sentido, el mandatario estadounidense ha advertido de que las personas que se involucren en "hechos criminales" deberán ser procesados por ello, en referencia a las protestas violentas que se suceden principalmente en el suburbio de San Louis, donde tuvo lugar la muerte de Brown, de 18 años de edad, el pasado mes de agosto.

"Nada provechoso resulta de este tipo de actos destructivos", entre los que destacan la destrucción de la propiedad y los saqueos, ha añadido Obama durante un discurso sobre inmigración que tienen lugar en la ciudad de Chicago.

Asimismo, el presidente ha puesto como ejemplo a seguir las "numerosas protestas pacíficas" que tuvieron lugar la noche del lunes en diferentes puntos del país, tal y como ha informado el diario The Washington Post. Ante esta situación, el presidente ha hecho un llamado a tratar las "frustraciones" de determinados colectivos con la Policía y el sistema de Justicia.

"No se trata de un incidente aislado, tienen raíces profundas en muchas comunidades de color que tienen la sensación de que nuestras leyes no siempre se aplican de manera uniforme", ha apostillado.

El abogado de la familia de Michael Brown, Benjamin Crump, denunció como "completamente injusto" el proceso judicial que acabó con el no procesamiento del policía blanco Darren Wilson, que en agosto mató a tiros al joven negro en la localidad de Ferguson, en el estado de Misuri, en Estados Unidos.

"Objetamos públicamente, este proceso fue completamente injusto", aseguró Crump en rueda de prensa en la ciudad de San Luis, junto a la que se encuentra Fergusom, acompañado por los padres de Brown. Las protestas por el anuncio, ayer, del fallo del gran jurado que decidió no acusar al policía desembocaron en una noche de disturbios en Ferguson, que se saldaron con más 80 personas detenidas y numerosos negocios saqueados e incendiados, al igual que dos vehículos policiales.