Este martes, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, emitió su último mensaje al pueblo norteamericano aún como mandatario, luego de ocho años en el poder y dos periodos, en el Centro de Convenciones McCormick, en Chicago.
Durante su discurso, Obama convocó a los ciudadanos a unirse “más allá de nuestras diferencias”, mientras enumeró algunas acciones y logros que marcaron su gobierno desde la Casa Blanca.
Sí, nuestro progreso ha sido desigual. El trabajo de la democracia siempre ha sido duro, contencioso y a veces sangriento. Por cada dos pasos adelante, a menudo se siente que damos un paso atrás", declaró.
Mientras tanto, aludió que los norteamericanos deben creer en su capacidad para promover cambios.
Pero dijo que "el largo alcance de Estados Unidos ha sido definido por el movimiento hacia adelante, una constante ampliación de nuestro credo fundacional para abrazar a todos, y no sólo a algunos".
Les pido que crean. No en mi capacidad de promover un cambio, sino en la capacidad de ustedes”, señaló frente a la concurrencia. “Podemos y debemos discutir sobre la mejor forma de abordar el problema. Pero simplemente negar el problema, no solo traiciona a futuras generaciones, sino que también traiciona el espíritu esencial de nuestro país”.
Agradeció al vicepresidente Joseph Biden y su equipo de colaboradores por el trabajo hecho desde 2009, pero externó que la mayor gratitud era para los millones de estadounidenses que lo apoyaron votando por él en 2008 y en su reelección en 2012.
Uno de los momentos mas emotivos ocurrió cuando el mandatario se refirió a la primera dama Michelle Obama, que, sentenció, ha sido su mejor amiga por dos décadas, sin poder evitar algunas lágrimas, al igual que su hija Malia, sentada entre su madre y su abuela Mariam Robinson.
Muchos desafiaron el gélido invierno de Chicago para asistir al discurso del mandatario saliente, en el que también estuvieron presentes la primera dama, Michelle Obama, el vicepresidente, Joe Biden, y su esposa, Jill.