Los presidentes del Senado, Manlio Fabio Beltrones, y de la Suprema Corte, Juan Silva Meza, celebraron la promulgación de la reforma constitucional en materia de amparo pues, dijeron, se trata de un cambio de gran trascendencia y envergadura.
“Esa reforma demuestra con claridad meridiana que el esquema de división y equilibrio de Poderes ha permitido adaptar las instituciones y el régimen jurídico, atendiendo el deseo ciudadano de vivir en un país de libertades y derechos plenos”, afirmó Beltrones.
El legislador hizo ver que, por ello, desde el Senado de la República “ratificamos nuestra vocación por el cambio pacífico y la reforma institucional, convencidos de que la gobernabilidad democrática atraviesa, a un mismo tiempo, por la actualización de las leyes y la construcción de las nuevas instituciones”.
En tanto el magistrado presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) puntualizó que esa reforma constitucional representa la construcción de un nuevo paradigma para la actividad jurisdiccional federal y subrayó que “la Judicatura existe para defender, antes que otra cosa, los derechos humanos de las personas”.
En la escalinata del salón Miguel Alemán de la Residencia Oficial de Los Pinos, donde el presidente Felipe Calderón firmó la reforma constitucional, Silva Meza expuso que los jueves federales tendrán que hacer valer los derechos humanos contenidos en los tratados internacionales que protegen a todos.
Ante legisladores que promovieron la reforma y funcionarios en materia de procuración de justicia de diversos estados del país, indicó que al hacerlo “confirmaremos nuestra pertenencia como miembros de la comunidad internacional, respetuosa de ese ideal”.
La reforma, insistió el magistrado Silva Meza, constituye un ejemplo del cambio nacional que los mexicanos debemos promover en forma incesante “un cambio para mejorar lo que hay que mejorar, atendiendo a las necesidades y exigencias de la sociedad”.
Subrayó que la reforma constitucional en materia de amparo, junto con la de derechos humanos, representan un cambio sin precedentes para el sistema jurídico mexicano en general y, en particular, para el jurisdiccional federal.
En coincidencia Manlio Fabio Beltrones apuntó que ambas reformas representan “un hito” en la transformación del sistema jurídico y sus instituciones.