México necesita que el Instituto Federal Electoral (IFE) sea sólido y que tenga una intachable autoridad moral, lo que no sucede por estar al servicio de los partidos y los políticos, no de los ciudadanos, opinó la Arquidiócesis Primada de México.

Sin embargo, a través del editorial “El árbitro editorial” publicado en el semanario “Desde la fe” consideró que aún hay tiempo de tomar las medidas necesarias para corregir esa situación y que se convierta en una autoridad confiable, que garantice los resultados de las elecciones de 2012.

En el texto, esa diócesis de la Iglesia Católica en México consideró que el organismo electoral ha perdido su imparcialidad y eficacia debido a su creciente dependencia de los partidos políticos “más poderosos”.

Lamentó que esa situación haya impedido la integración completa del Consejo General, “porque sigue la rebatinga por las cuotas de poder entre los partidos, especialmente por la prepotencia de uno de ellos”.

La Arquidiócesis también hizo notar que el IFE se ha convertido en la institución electoral más cara del mundo en su tipo, si se considera que su presupuesto anual llegará el próximo año a 16 mil millones de pesos.

En ese sentido expuso que la reforma de 2007 resultó “desastrosa”, ya que no logró reducir el costo de la elecciones y difícilmente podrá garantizar la libertad de expresión de todos los ciudadanos.

En lugar de favorecer el libre ejercicio de la opinión pública en asuntos políticos, esa reforma “ató de manos a todos los participantes en el proceso electoral”.

En ese sentido consideró que los responsables de ese estado de cosas no son únicamente los consejeros del IFE, sino también los legisladores que no han hecho bien su tarea.

NTX/GAS/MED/MGC