El Real Madrid sumó su segunda victoria en la Liga 2012-13, la primera a domicilio, al ganar al Rayo Vallecano (0-2) en un encuentro que resolvió gracias a su mayor oficio y a la pegada de Karim Benzema y Cristiano Ronaldo, que frenaron la valentía de los locales, que acabaron el choque con cuatro delanteros.
Real Madrid y Rayo se vieron las caras un día después de lo previsto a consecuencia de un acto de sabotaje que cortó la electricidad en una de las tribunas del Estadio de Vallecas, para disputar un duelo vibrante en cuanto a intensidad y ritmo.
El conjunto madridista, que inició el partido a once puntos del líder, el Barcelona, no tenía margen de error y salió decidido a por el encuentro desde el comienzo. A los tres minutos llegó el primer acercamiento con peligro de los blancos, que pudieron abrir el marcador con un cabezazo de Pepe, a saque de falta del argentino Ángel Di María, que repelió con una estirada el portero Rubén.
Con el dominio del balón y manejando los tiempos del juego, el Real Madrid se encontró cómodo sobre el césped ante la poca oposición que mostró de inicio el Rayo, al que se le notó nervioso y con muchas imprecisiones en la circulación, sobre todo en la medular.
A los 12 minutos, el conjunto madridista encontró recompensa a su entrega con un tanto del francés Karim Benzema, quien remató a placer un centro raso desde el costado izquierdo de Di María, que previamente había recibido el balón de Cristiano Ronaldo tras una jugada iniciada de espuela por Marcelo.
Ese gol dio paso a unos minutos de monólogo del Real Madrid, que dominó todas las facetas del juego, pero que, sin embargo, no supo aprovechar sus ocasiones para ampliar su ventaja, en parte por el acierto de Rubén, que con dos paradas brillantes, a disparos de Cristiano y Modric, salvó a su equipo.
El Rayo fue superando su nerviosismo pasado el ecuador de la primera mitad y a los 32 minutos gozó de una doble ocasión de gol. Primero con un cabezazo de Andrija Delibasic que despejó Iker Casillas y después, tras el rechace del portero madridista, con un disparo de José Manuel Casado que sacó Xabi Alonso con el pecho en la línea de gol.
A partir de esa jugada al Rayo se le vio más entonado y se le pudo ver triangular en la zona de tres cuartos, e incluso enlazar alguna jugada más de peligro, como un disparo lejano de Lass que se marchó alto.
El Real Madrid también lo intentó en los instantes finales de la primera mitad, y de nuevo Benzema tuvo en sus botas el segundo para su equipo con un disparo cruzado de rosca desde dentro del área que volvió a despejar Rubén.
En la segunda parte, el Rayo saltó en tromba al césped, aunque las primeras ocasiones volvieron a caer del lado madridista con dos disparos lejanos de Essien y Cristiano que se marcharon desviados.
La reacción del técnico portugués del Real Madrid, José Mourinho, ante el despliegue de ganas y coraje que le estaba poniendo el Rayo al partido, fue dar entrada al alemán Metsut Ozil, con el objetivo de tener más tiempo el balón y dar mayor consistencia al centro del campo.
En esos minutos en que peor lo estaba pasando el Real Madrid, una absurda mano de Jordi Amat dentro del área provocó que Cristiano anotara de penalti el segundo tanto blanco.
Ahí se acabó el encuentro, puesto que el Madrid se dejó llevar por el ritmo de los locales y solo dio síntomas de existencia en jugadas a la contra, mientras que el Rayo, fiel a su idea ofensiva, acabó el encuentro con cuatro delanteros.