Sin más propósito que recordar sus raíces mayas, bases de apoyo del llamado Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) se movilizaron en cuatro municipios de forma pacífica y en silencio, donde el 1 de enero de 1994 hicieron acto de presencia y declararon la guerra al gobierno federal, encabezado por el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari.

Bajo una prolongada lluvia, los zapatistas se manifestaron en las cabeceras municipales de Ocosingo, San Cristóbal de las Casas, Las Margaritas y Altamirano.

En completo silencio, los zapatistas permanecieron por espacio de tres horas en la cabecera municipal de Ocosingo, luego se retiraron a sus comunidades.

En tanto, en San Cristóbal de las Casas, se congregaron en la entrada de la zona poniente de la ciudad, en donde se esperaba la llegada del subcomandante Marcos, quien no hizo acto de presencia; sin embargo, en un comunicado, firmado desde las montañas del sureste mexicano, señaló:

¿Escucharon? 

Es su mundo derrumbándose. Es el del nuestro resurgiendo.

En el escueto documento también dijo: El día que fue el día, era noche.

Y noche será el día que será el día.

En tanto, el gobierno de Manuel Velasco Coello liberó a cuatro miembros de las bases de apoyo del EZLN, tres de ellos permanecían recluidos en las cárceles de Motozintla y otro más contaba con una orden de aprehensión, cuyo delito no fue revelado.

De acuerdo con el reporte de la Policía, se estimó que, en promedio, fueron miles de personas las que marcharon en las respectivas cabeceras municipales, que partieron desde las comunidades que forman parte de las juntas de Buen Gobierno, todo ello en el marco del inicio de la nueva era maya: 14 Baktun.

Los manifestantes solamente mostraron la bandera mexicana y su clásica bandera negra con una estrella roja de cinco puntas.

Los indígenas zapatistas formaron caracoles durante su marcha para mostrar sus raíces mayas.

En Ocosingo, cientos de indígenas de las etnias tzeltal y tojolabal también se manifestaron con las mismas características de sus compañeros de la zona de Los Altos.

En ese lugar, la marcha tiene especial significado, pues a unos diez kilómetros de la cabecera municipal está el gran conjunto piramidal de Toniná, en donde reina el dios Tzotzchoj, el “señor de las tinieblas”.

Fue Ocosingo en donde se registraron los más violentos enfrentamientos entre el EZLN y el Ejército mexicano del 3 al 11 de enero, fecha en la que el gobierno federal declaró unilateralmente el cese al fuego.

Otros escenarios significativos por donde marcharon fueron Palenque y Las Margaritas; uno, porque allí también celebraron en las orillas del conjunto piramidal de Palenque el inicio de una nueva era maya, y el otro, porque allí está asentada la sede de la comandancia general del EZLN, en la comunidad La Realidad.

El 1 de enero de 1994, los zapatistas declararon la guerra al gobierno mexicano y en la primera declaración de La Selva se demandó un “ya basta” contra la explotación y la pobreza. Luego invadieron más de 60 mil hectáreas de tierras en Ocosingo, Las Margaritas, Altamirano y Comitán, que a la fecha están desocupadas.

Tras el alzamiento de los rebeldes, los enfrentamientos contra el Ejército mexicano en las comunidades, así como en la región de San Cristóbal de las Casas, duraron 12 días, tras el cese al fuego de forma unilateral que ordenó el entonces presidente Salinas.

Tras el cese al fuego se determinó, por parte del EZLN, las zonas autónomas, incluso la creación de más de 35 municipios que se redujeron a juntas de Buen Gobierno zapatistas.