El nuevo aeropuerto internacional de México, proyecto para los próximos 100 años, será la primera terminal aérea fuera de Europa que aplicará el concepto "huella de carbono neutro", informó el vocero de la Presidencia, Eduardo Sánchez.

La adopción del concepto "huella de carbono neutro" significa remover de la atmósfera el bióxido de carbono que se produce mediante una "compensación de carbono", y el apoyo de proyectos como granjas de viento o parques solares para generar energía renovable y reducir la emisión de gases contaminantes.

En conferencia de prensa en el club Naval en la Ciudad de México, Sánchez resaltó que su construcción beneficiará no sólo a los habitantes de la zona este, sino a toda la población.

"Más áreas verdes, aguas limpias y mejores vialidades impactarán en la calidad de vida, porque transformará el deterioro ecológico de la zona en oportunidades de desarrollo sustentable", aseguró el vocero de la Presidencia.

El proyecto incluye un bosque metropolitano de unas 2 mil 700 hectáreas, el doble de la superficie que tiene el Central Park de Nueva York, cuatro veces más grande que el Bosque de Chapultepec y 10 veces más grande que el Bosque de Tlalpan, en la ciudad de México.

También impulsará negocios y empleos verdes bien pagados, donde el 70 por ciento de su consumo del agua provendrá de sus propias plantas de tratamiento.

Agregó que utilizará energías limpias como luz solar y biogás, y será el primer aeropuerto en obtener la certificación "LEED platinum", la más alta que pueda tener una construcción sustentable.

El titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Juan José Guerra Abud, detalló el uso de energías limpias para su iluminación y ventilación natural por medio de fotoceldas integradas en todo el sistema de revestimiento. 

También se usa una unidad de tratamiento de aire y recolección de agua residual, el 100 por ciento de residuos materiales, energía solar y  electricidad con biogás.

El funcionario explicó que el ahorro de consumo de energía será del 47 por ciento (de 447 kilowatts-hora a sólo 267).

La construcción del aeropuerto previsto para atender a 120 millones de pasajeros con un costo de casi 13.000 millones de dólares, según el anuncio hecho esta semana por el presidente mexicano Enrique Peña Nieto, tomará de cinco a seis años en su primera etapa.