Normalistas, profesores de Guerrero y familiares de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa tomaron este lunes el aeropuerto de Acapulco, el principal centro turístico del estado, para exigir que las autoridades mexicanas mantengan la búsqueda de los jóvenes.
Los arribos de los vuelos se registra sin ningún problema; sin embargo, los manifestantes no van a permitir la salida de vuelos hasta que pase la toma del edificio.
Felipe de la Cruz, vocero de los familiares, dijo a medios que acordaron con personal de la terminal aérea que la toma sea pacífica y dure sólo tres horas, con lo cual afirman que sólo se retrasará un vuelo de Acapulco al Distrito Federal.
El tiempo de esta protesta empezó a correr alrededor del mediodía.
Fuentes de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) dijeron que, a pesar de esta manifestación, el acceso al aeropuerto está abierto aunque avanza con lentitud y la terminal aérea funciona.
Agregaron que funcionarios de la Secretaría de Gobernación (Segob) y de la Secretaría de Gobierno de Guerrero se reunirán con los manifestantes para dialogar sobre la protesta.
La toma se produjo luego de una marcha que partió de un centro comercial en la Zona Diamante de la localidad.
La marcha comenzó alrededor de las 10:10 horas (local), luego de un enfrentamiento con policías y de que los manifestantes y los agentes acordaron que la protesta fuera pacífica.
De parte de los normalistas y familiares, el diálogo con la policía fue encabezado por Felipe de la Cruz.
Los estudiantes son alrededor de 1,000 y la mayoría de ellos tiene el rostro cubierto.
Llegaron en autobuses al centro comercial La Isla alrededor de las 9:00 horas (local), prendieron fuego a uno de los accesos del inmueble y empezaron a arrojar piedras y petardos a los policías que estaban en la zona.
En respuesta, los agentes también lanzaron rocas y formaron un cerco para bloquear a los normalistas el trayecto al aeropuerto de Acapulco.
Los enfrentamientos ocurren tres días después de que el gobierno federal reportara que sus investigaciones apuntan a que 43 estudiantes de Ayotzinapa fueron asesinados en septiembre por un grupo delictivo. Sin embargo, familiares y compañeros de los jóvenes rechazan estas conclusiones y exigen que se mantenga su búsqueda.
El sábado, un grupo de personas realizó una protesta por este caso en Chilpancingo, la capital de Guerrero, y causó destrozos al Palacio de Gobierno. Fotos: Twitter