El escándalo de corrupción que envuelve al prófugo Gobernador con licencia de Veracruz, Javier Duarte, tendrá un alto costo político para el oficialista Partido Revolucionario Institucional en comicios cruciales de 2017 y la contienda presidencial de 2018, dijeron expertos .

La aparente posesión de una amplia lista de casas y fincas en México y otros dos países, compradas a través de testaferros con recursos públicos desviados, colocó en el último mes al hombre que desde 2010 gobernó Veracruz, en el este de México, y al partido del que era miembro en el ojo del huracán de la opinión pública.

Con un sueldo que no llega a los 250 mil pesos no alcanza para tener ese tipo de propiedades. Es inexplicable la riqueza de este hombre y de su grupo cercano, dijo el politólogo y profesor de la Universidad Iberoamericana, Genaro Lozano.

Por su parte, el investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, Ernesto Villanueva, afirmó que el caso tendrá un “costo alto” para la imagen del PRI y del Presidente Enrique Peña Nieto de cara a la elección a Gobernador en el central Estado de México, en junio del próximo año.

Los comicios en el Estado más poblado de México, con 16 millones de habitantes, son considerados por partidos y analistas como el mayor indicador de las fuerzas políticas rumbo a la elección para Presidente un año después, en este caso 2018.

El PRI expulsó esta semana a Duarte de sus filas, una histórica decisión porque nunca había echado a un Gobernador miembro del partido, sin embargo la medida parece corta para lavar su imagen antes de los comicios, refirió Villanueva.

Un juez federal concedió a los fiscales una orden para aprehenderlo, pero el político se volvió ilocalizable después del 12 de octubre, cuando pidió al Congreso estatal licencia para separarse del cargo a falta de 48 días del fin de su gobierno ante la pesquisa de la PGR.

En la audiencia, realizada el 23 de octubre en contra de las únicas dos cómplices capturadas hasta ahora, un testaferro de Duarte convertido en testigo clave de la PGR dijo que sabía de la compra de casas, fincas, departamentos y predios en ciudades de México, Estados Unidos y España, según el reporte de medios locales.

Las sospechas apuntan a que los recursos salieron de los dos ministerios estatales mediante depósitos a empresas fantasma que después triangularon el dinero a otras nueve firmas para la adquisición de propiedades, todas a nombres de testaferros.
Villanueva subrayó que la molestia social no sólo se basa en el aparente derroche del político sino en su gestión como Gobernador, durante la cual el crimen organizado recrudeció la violencia en Veracruz a través de cotidianos asesinatos, secuestros y extorsiones.

El investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, René Jiménez Ornelas, indicó que la operación de la delincuencia organizada en Veracruz despuntó desde el Gobierno previo, pero en los casi seis años de gestión de Duarte se convirtió en un “descaro total”.

Como ejemplo, la tasa del delito de secuestro subió de 17 casos a 60 durante el primer año de gobierno de Duarte y para 2014 llegó a un pico de 144 plagios, aunque ha tendido a la baja desde entonces, muestran cifras oficiales del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP).