Pemex informó este sábado que controló un incendio en un ducto provocado por una toma clandestina, que dejó cuatro personas muertas en el convulsionado estado de Veracruz.
Este territorio, clave para el tráfico de drogas en el este del país, sufre desde hace años la violencia de cárteles del narcotráfico, que además del secuestro y la extorsión, obtienen grandes recursos mediante el robo de hidrocarburos.
La empresa productiva del estado informó en un comunicado que el siniestro afectó el poliducto Minatitlán–México, que transporta combustibles a la región central del país desde la zona de producción.
"En el lugar se encontraron cuatro cuerpos calcinados al igual que un vehículo", detalló la petrolera, que dijo que ninguna de las víctimas trabajaba en Pemex.
La semana pasada, supuestos ladrones de combustible asesinaron a cuatro soldados en dos incidentes separados en el vecino estado de Puebla, en los que también murieron seis delincuentes.
Pemex sufre cuantiosos robos de combustibles, e incluso de crudo, a través de tomas clandestinas.