El exgobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, habló por primera vez desde su extradición a México en julio pasado y en tono sarcástico soltó: “Lo voy a decir en buen jarocho: me estoy mordiendo un huevo por no decir todo lo que tengo que decir y el otro para no mentarle su madre a Miguel Ángel Yunes”.
Duarte de Ochoa concedió una entrevista informal al periodista Humberto Padget en la que el exgobernador se muestra tranquilo y hasta sonriente. Luce con sobrepeso y el cabello casi a rape, pero con barba crecida; viste el uniforme color caqui como lo hacen los presos bajo proceso en el área de ingreso, en donde vive desde hace cuatro meses y calza mocasines cafés sin calcetines.
Desde el Reclusorio Norte, donde lleva a cabo su proceso, indicó que no puede hablar sobre su proceso y las acusaciones en su contra, pero sí relató cómo pasa los días en prisión: lee por las noches y que duerme en el día. El libro fue más reciente que leyó fue “Origen” de Dan Brown.
Por razones de seguridad no puede estar en las áreas de población general, pero negó estar deprimido o haber sentido el llamado “carcelazo”, como llaman los reos a la melancolía que los invade al perder la libertad.