Una gran movilización policial se registra la madrugada de este miércoles en torno a la Embajada de México en Bolivia, donde se encuentran asilados nueve exfuncionarios del gobierno del dimitente presidente Evo Morales.
“Continúa el arribo de vehículos policiales para asediar la Residencia de México en Bolivia”, escribió en Twitter Maximiliano Reyes Zúñiga, subsecretario para América Latina y el Caribe, tras denunciar los planes de intervención en los inmuebles diplomáticos.
Poco antes, en otro tuit denunció que “se mantiene el secuestro policíaco y militar en contra de las instalaciones diplomáticas de México en Bolivia. Estamos en alerta permanente ante el riesgo de una incursión armada a nuestros inmuebles en La Paz”.
Contingentes de la policía y de los cuerpos de seguridad mantienen una intensa vigilancia en el perímetro de la delegación diplomática de México, donde se encuentran asilados nueve exfuncionarios del gobierno del dimitente presidente Evo Morales, quienes son imputados por diversos cargos por la justicia de su país.
Se trata de los exministros Juan Ramón Quintana, Javier Zavaleta, Héctor Arce, César Navarro, Wilma Alanoca y Hugo Moldiz, además del exgobernador de Oruro Víctor Vasquez, el exviceministro Pedro Dorado, y el exdirector de la Agencia de Gobierno Electrónico y Tecnologías de Información y Comunicación (AGETIC), Nicolás Laguna, detalló el diario local La Razón.
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) aseguró que cualquier agravio a los inmuebles diplomáticos de México en suelo boliviano, así como a su personal dentro de los mismos, será culpa de las autoridades del Estado Plurinacional de Bolivia.
En comunicado, la Cancillería mexicana protestó contra el hostigamiento tanto a su embajada como a su residencia oficial; agradeció las muestras de solidaridad de varios países y representantes de organismos internacionales ante el acoso de policías y militares bolivianos alrededor de los inmuebles en aquel país, e hizo un llamado internacional por los tales hechos.
Es un nuevo roce diplomático entre ambos países, que hasta principios de noviembre habían trabajado de manera conjunta. Este lunes la cancillería mexicana denunció el cerco de seguridad que se impuso a la embajada mexicana y acusó de ser violatorio a los convenios internacionales.
Luego de la renuncia de Morales el 10 de noviembre y su asilo en México, desde donde arengó a sus correligionarios a resistir el cambio de gobierno bloqueando los caminos hacia la capital para no permitir la entrada de alimentos y combustibles, además de no reconocer el gobierno interino de Jeanine Áñez, las relaciones entre ambas naciones han sufrido desencuentros y acusaciones.
Con información de Megalópolis