En punto de las 11:16 horas, el ex-presidente de Bolivia, Evo Morales arribó a suelo mexicano en el hangar de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

En el sitio fue recibido por el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrad, miembros del gabinete mexicano, prensa nacional, sudamericana y española.

Evo Morales bajó del avión de la Fuerza Aérea Mexicana y en su pequeño discurso primero agradeció al Gobierno de México por su atención y el ofrecimiento de asilo político.

Por otro lado, habló sobre las acciones democráticas de su país en las pasadas elecciones.

Señaló que a las manifestaciones se unieron grupos políticos y policiales, así como saqueos, incendios, ataques e incluso aseguró que el pueblo no se dejó intimidar. 

"Gracias hermanas y hermanos, mientras reine la vida, seguiremos en la política; sigue la lucha contra nuevos grupos que no respetan a la patria".

Por otro lado, aseguró que un día antes de renunciar a la presidencia de Bolivia, le exigieron 50 mil dólares a cambio de que no le hicieran daño.

"No por este golpe (de Estado) nos vamos a dejar caer, esta es una lección más para fortalecer la lucha en los pueblos de Bolivia".

Tras casi 18 horas de vuelo entre Bolivia, Paraguay y Brasil, esto por diversas complicaciones diplomáticas, Evo Morales, emprendió la noche de este lunes un viaje desde Cochabamba hacia México en un avión de la Fuerza Aérea Mexicana, donde logró el asilo por "razones humanitarias" al señalar que su vida estaba en riesgo.

Ayer por la noche, el Secretario de Relaciones Exteriores (SER), Marcelo Ebrard, escribió en su cuenta oficial de Twitter que el ex-mandatario había emprendido el vuelo de Bolivia hacia México.

En la conferencia matutina en Palacio Nacional de este martes, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), afirmó que él dio la instrucción de ofrecer asilo político a Evo Morales, por lo que dijo sentirse muy orgulloso de encabezar una administración en la que se garantiza el derecho de refugio.

Evo Morales renunció el pasado domingo por la tarde a la Presidencia de Bolivia, como consecuencia de un presunto Golpe de Estado tras hallar irregularidades en las recientes elecciones presidenciales de las que había salido victorioso en una segunda vuelta.