La Fiscalía General de Justicia de Ciudad de México (FGJ) investiga si el cadáver del bebé, hallado en el Cereso de San Miguel, Puebla, el pasado 11 de enero, fue sustraído de algún anfiteatro de Ciudad de México. Y aseguró que al momento no cuenta con denuncia alguna sobre un hecho similar.
Tras darse a conocer la historia del hallazgo del cuerpo de un bebé, de aproximadamente tres meses de edad, en un basurero de dicho penal, la Fiscalía de Búsqueda de Personas Desaparecidas de la Coordinación de Investigación de Delitos de Género y Atención a Víctimas trabaja con autoridades de Puebla para determinar el origen del cuerpo.
El cuerpo del menor fue encontrado, cubierto con cal, por los propios internos en el área de reciclado y elaboración de bolsas de plástico. Se presume que el menor tenía una incisión abdominal.
La Fiscalía capitalina informó que, tras un rastreo interinstitucional, no se cuenta con denuncia alguna sobre desaparición o sustracción del cuerpo de alguna persona menor de edad.
Sin embargo, se amplió la búsqueda para determinar si el cadáver fue sustraído de algún anfiteatro de Ciudad de México.
Con información de Excélsior.