Este viernes, la Secretaría de la Función Pública (SFP) exoneró al presidente, Andrés Manuel López Obrador, a su hijo José Ramón López Beltrán y a Daniel Chávez, empresario quien actualmente es asesor en el proyecto del Tren Maya, por presunto conflicto de interés, cohecho y soborno.
Tras dar a conocer la dependencia, una solicitud que recibió para realizar una investigación sobre la relación que guarda el vástago presidencial con Chávez Morán, indicó que no se hallaron elementos probatorios contundentes y concluyentes que acreditaran la comisión de las mencionadas faltas administrativas.
Cabe recordar que el pasado 14 de febrero, tras darse a conocer la existencia de una casa en Houston, Texas, en la que vivió el hijo del mandatario, éste reconoció que López Beltrán trabajaba para el empresario Daniel Chávez, quien, de acuerdo con AMLO, es supervisor honorífico en el Tren Maya, es decir, que no percibía ningún ingreso por su participación, por lo tanto no había conflicto de interés, aseguró.
Dicha afirmación fue acreditada por la SFP, a través de la siguiente determinación: “No ejerció las funciones de las personas servidoras públicas designadas en términos de la Ley de Obras Públicas y Servicios Relacionados con las Mismas, y no se encontraron irregularidades en los actos jurídicos relacionados entre el Grupo Vidanta e instituciones del Gobierno Federal”.
Asimismo, la dependencia aseveró que la empresa para que labora López Beltrán, KEI Partners, propiedad de los hijos de Daniel Chávez, no puede ser investigada debido a que es del sector privado.
Por lo anterior, la SFP dio por terminada la investigación emitiendo un “Acuerdo de Conclusión por Falta de Elementos”.