Tras la separación de dos vagones del Metro de la Ciudad de México, el director del sistema de transporte, Guillermo Calderón, indicó que el incidente “no es cuestión de mantenimiento”, y obedeció a un tornillo flojo y otro “degollado”, explicó.

El funcionario explicó que, debido a la condición en la que estaban los tornillos de sujeción que deberían mantener fija la placa de seguridad que atraviesa un cilindro de acero de 5 centímetros de diámetro y a la falta del anillo de seguridad, provocó que ambos se movieran y que los trenes 6 y 7 se desacoplaran.

“El cilindro de acero, que debería de estar sumergido, al desplazarse la placa por un tornillo flojo y otro degollado, emergió porque además no tenía el cintillo de seguridad”, dijo.

El incidente, mencionó, no se trata de un asunto de mantenimiento, ya que el tren en cuestión fue revisado el pasado 5 de enero. Además, el anillo de seguridad que sujeta el cilindro es difícil de desprenderse por lo que “llama la atención” que no fuera localizado.

“Se hace (el mantenimiento) en promedio cada 10 mil a 12 mil kilómetros, es decir, estaba en el periodo correcto de mantenimiento. No es una cuestión de mantenimiento porque se revisan estos elementos de seguridad”, enfatizó.

El director del Metro indicó que se dio parte a la Fiscalía de la Ciudad de México, la cual abrió una carpeta de investigación por estos hechos.