El Gobierno de México descartó el jueves que exista un saqueo o destrucción del patrimonio arqueológico en el proyecto de salvamento que se realiza durante la construcción del Tren Maya, una obra emblemática del sureste del país que conectará cinco estados a través de mil 500 kilómetros de vía férrea.
En un comunicado, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) afirmó que la práctica arqueológica en México está regulada y existen procedimientos académicos y jurídicos sólidos, por lo cual resulta falso que haya destrucción del patrimonio en el proyecto antes mencionado, que tiene como finalidad "evitar la pérdida de nuestra memoria arqueológica".
"El salvamento arqueológico es la oportunidad que tienen las y los investigadores para recuperar información que de otra manera se mantendría oculta", explicó el INAH.
Mencionó que si bien estos trabajos se desprenden de obras públicas o privadas, son investigaciones cuyos alcances y objetivos son académicos y han evitado la destrucción de monumentos tan trascendentes como el Huei Tzompantli del Templo Mayor de Tenochtitlán, los Mamuts en Tultepec o la grandeza de edificios como el altar de Pino Suárez.
Adicionalmente, el INAH señaló que, con la adopción de nuevas tecnologías, el registro de los monumentos arqueológicos que han sido localizados recientemente durante la construcción de las vías férreas, se efectúa en tiempo real, lo cual facilita evaluar el avance del trabajo e informar a las instancias que así lo requieran sobre el estado de las investigaciones.
La magnitud de esta obra, agregó la fuente, ha significado claros retos para la institución. Sin embargo, el INAH y el Consejo de Arqueología de México "no cederán en la lucha por la protección de patrimonio arqueológico" en el contexto de la construcción del Tren Maya.
México es un país vasto en vestigios de las culturas prehispánicas, por lo que el salvamento arqueológico está previsto por la ley y su realización corresponde al INAH.
Con información de Xinhua.