El Gobierno mexicano inició la distribución de despensas a los damnificados por el devastador paso del huracán Otis en Acapulco, Guerrero. La entrega, en colaboración con el sector privado, comenzó el sábado pasado y forma parte de un amplio plan de reconstrucción y apoyo social para la costa de Guerrero, valorado en más de 3.400 millones de dólares.
De acuerdo con la secretaria de Economía, Raquel Buenrostro, el programa contempla la entrega de 3 millones de canastas básicas en un lapso de tres meses, con contribuciones significativas de cadenas de supermercados como Soriana, Walmart, Chedraui y Comercial Mexicana. Las despensas contienen una variedad de alimentos enlatados y productos básicos, adaptados a la situación de emergencia, ya que la falta de energía eléctrica impide la inclusión de alimentos perecederos.
Las Fuerzas Armadas, por su parte, han distribuido cientos de miles de despensas y litros de agua, además de brindar consultas médicas a los afectados. A pesar de los desafíos planteados por la devastación, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha prometido reconstruir Acapulco antes de la Navidad, en contra de las advertencias de un largo proceso de recuperación por parte de expertos y empresarios.
Mientras la comunidad continúa lidiando con los estragos del huracán, la entrega de despensas y el apoyo del gobierno y la sociedad civil brindan un rayo de esperanza en medio de la tragedia.