En una sesión marcada por la confrontación y acusaciones, Morena, junto con sus aliados el Partido Verde y el Partido del Trabajo, hicieron valer su mayoría en el Senado para aprobar el traspaso de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Con 86 votos a favor y 42 en contra, la propuesta avanzó en lo general, a pesar del rechazo del PAN, PRI y Movimiento Ciudadano.
La sesión, que comenzó a las 21:50 horas del martes y se extendió por casi siete horas, permitió a la mayoría llevar a cabo una discusión "fast track" tras las 24 horas reglamentarias. Ahora, el decreto será enviado a los congresos estatales para su ratificación.
La reforma modifica varios artículos de la Constitución, otorgando a la Guardia Nacional no solo su adscripción a la Sedena, sino también facultades de investigación de delitos.
“La investigación de los delitos corresponde al Ministerio Público, a las policías y a la Guardia Nacional”, se señala en el dictamen.
Omar García Harfuch, quien será el próximo secretario de Seguridad, defendió la reforma desde la tribuna, subrayando que no representa una militarización del país.
Según García Harfuch, la coordinación de las diversas inteligencias (naval, militar y financiera) fortalecerá la seguridad pública, unificando la información para prevenir delitos.
El Senado también aprobó cambios al artículo 21 del dictamen, eliminando las palabras “de origen” y “marino”, lo que deja a la Guardia Nacional como una fuerza conformada exclusivamente por personal militar con formación policial.
La modificación se establece: "La Federación contará con la Guardia Nacional, fuerza de seguridad pública, profesional, de carácter permanente e integrada por personal militar con formación policial, dependiente de la Secretaría del ramo de Defensa Nacional, para ejecutar la Estrategia Nacional de Seguridad Pública en el ámbito de su competencia".
Además, se establece que el Congreso tendrá la facultad de regular la participación del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea en tareas de seguridad interior. La reforma ahora espera su ratificación por la mayoría de los congresos estatales para su implementación.