Molestos por el asesinato de un padre de su familia y sus dos hijos, decenas de personas irrumpieron en la oficina del gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, a quien le exigieron justicia y su renuncia al cargo.

Una puerta de cristal fue rota por los manifestantes, quienes llegaron hasta el tercer piso del Palacio de Gobierno que se encuentra en Culiacán, donde también dañaron las paredes para ingresar al espacio del Ejecutivo.

 

Antes, cientos de hombres y mujeres marcharon por las calles de la capital para manifestar su enojo por los homicidios de Jesús, de 32 años, y sus hijos Gael y Alexander, de 12 y 9 años, cuando viajaban en su automóvil en lo que habría sido un intento de robo.

Cabe mencionar que en estos hechos un adolescente quedó herido, por lo que se mantiene hospitalizado con reporte de estable.

Apenas este miércoles, el coordinador del grupo parlamentario de Morena en la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal Ávila expresó su respaldo a Rubén Rocha Moya durante una visita que realizó a Culiacán.

En la reunión plenaria de diputados federales de Morena de Sinaloa, Sonora, Baja California y Baja California Sur, el legislador dijo: “A pesar de la embestida tan dura a la que se enfrentó por razones externas, ha salido adelante. Por eso, gobernador, decidimos hacer aquí la reunión, porque no queremos que a Sinaloa le ocurra nada y que recobre rápido su tranquilidad”.

Desde septiembre del año pasado el estado de Sinaloa vive una ola de violencia, provocada por los constantes enfrentamientos entre cárteles del narcotráfico.