Un león macho de aproximadamente tres años, fue rescatado en el municipio de Escuinapa, en Sinaloa, por la Unidad de Rescate del Santuario Ostok, en colaboración con especialistas de la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México (AZCARM), sumando con este 11 los grandes felinos rescatados en medio del contexto de violencia que se vive en Sinaloa.
“Este felino fue encontrado encadenado y en un entorno rodeado de cartuchos quemados, evidencia de los enfrentamientos que han cobrado la vida de alrededor de 360 personas en la entidad”, señaló la agrupación Ostok Sanctuary en un comunicado, señalando que han sido encontrados cuatro leones y siete tigres, todos ellos bajo custodia temporal en el santuario.
El Ministerio Público Federal, adscrito a la Fiscalía General de la República, aseguró el inmueble donde se encontraba el león y solicitó el apoyo de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa). Esta última, a su vez, contactó a la Unidad de Rescate de Ostok para solicitar el apoyo para llevar a cabo la operación.
Ernesto Zazueta, presidente de Ostok Sanctuary, detalló que el equipo de especialistas en felinos se trasladó a Escuinapa con todo el equipo necesario para garantizar un traslado seguro del animal.
"Antes del viaje, revisaremos que esté en condiciones físicas óptimas para ser trasladado. Una vez en Ostok, lo pondremos en cuarentena para descartar cualquier enfermedad o padecimiento que requiera atención especial", explicó Zazueta.
La agrupación indicó que la violencia en Sinaloa no solo ha impactado a la población humana, sino también a la fauna silvestre, pues los felinos rescatados han sido encontrados en condiciones deplorables, muchos de ellos en medio de propiedades abandonadas o en zonas afectadas por los enfrentamientos.
"Han sido meses muy difíciles para todos en Sinaloa. Estamos contentos de poder ayudar y rescatar a estos maravillosos animales, pero necesitamos apoyo de la Profepa para garantizar su bienestar", enfatizó Zazueta, pues señaló que el contexto en el que se encuentra Sinaloa, ha afectado también los ingresos del santuario.
Ante la creciente demanda de rescates y la falta de recursos, Ostok Sanctuary y la AZCARM han solicitado formalmente el apoyo de la Profepa y otras autoridades para asegurar el resguardo y la atención adecuada de los animales rescatados. "Estos animales no la deben ni la temen, y es nuestra responsabilidad garantizar su bienestar", concluyó Zazueta.
Mientras la violencia continúa en Sinaloa, el trabajo de organizaciones como Ostok Sanctuary y la AZCARM se convierte en un rayo de esperanza para la fauna afectada, aunque el camino por delante sigue siendo desafiante.