La presidenta Claudia Sheinbaum calificó como un avance positivo que el Congreso de Estados Unidos redujera del 5% al 3.5% el impuesto propuesto para las remesas, aunque reiteró que su gobierno continuará presionando para que dicho gravamen sea eliminado por completo.
“Es bueno que se haya reducido, pero vamos a seguir hablando con senadores de ambos partidos, explicando por qué no es bueno que haya un impuesto a las remesas en ese país”, declaró este jueves desde Palacio Nacional.
Sheinbaum recordó que las remesas no solo son vitales para México —donde representan cerca del 3% del Producto Interno Bruto— sino también para otras naciones, como los países centroamericanos donde equivalen hasta al 20% del PIB. Incluso mencionó que países como India también dependen de estos envíos.
La mandataria subrayó que México ha sido el único país que ha sostenido un diálogo constante con congresistas estadounidenses, en coordinación con organizaciones migrantes. Destacó que muchos paisanos han enviado cartas, correos y mensajes en redes sociales para manifestar su rechazo al impuesto.
“Vamos a seguir trabajando sobre este tema para que no haya ningún impuesto a las remesas, en particular con México, porque hay un acuerdo que dice que no se puede cobrar doble impuesto”, advirtió.