Desde el mes de agosto de 2010 los órganos de dirección del PRD en Puebla dejaron de funcionar pues hasta ahora no se ha reunido el pleno del Comité Ejecutivo Estatal, advirtió el dirigente de Izquierda Democrática Nacional, Jorge Méndez Spínola.


En conferencia de prensa informó que se han efectuado ya varias reuniones donde han participado las diferentes expresiones a fin de analizar el caso especial de Puebla, donde las decisiones tomadas desde hace 5 meses no han sido consultadas.


Méndez Spínola señaló que por el momento no se puede hablar de sanciones ni avales en las decisiones de la presidencia del partido, en tanto no haya una consulta y los análisis correspondientes.


Recordó que a nivel nacional habrá de renovarse totalmente la dirigencia en el mes de marzo durante un consejo electivo, asimismo se llegó al consenso de que Alejandro Encinas sea el candidato del PRD al gobierno del Estado de México.


Manifestó que en Puebla se deberá reactivar el Consejo Ejecutivo Estatal (CEE), y será entre los meses de septiembre a diciembre de este año cuando se llevará a cabo la renovación de los comités municipales, así como de los órganos de base.


Dijo que esto es urgente una vez que hay que prepararse con miras al proceso electoral del 2012.


Sostuvo que no hay ruptura con el gobernador electo Rafael Moreno Valle Rosas y se espera que tome posesión para entregarle el listado de ciudadanos que se han acercado al partido para solicitar alguno de los apoyos sociales que se ofrecieron en la campaña.


Exigen disculpa
El vocero oficial del Partido de la Revolución Democrática, Jorge Méndez Spínola, demandó del diputado local del Partido Nueva Alianza, Héctor Alonso Granados, una disculpa en la tribuna del Congreso estatal al comunicador Luis Hernández por la falta de respeto sucedida el pasado 20 de enero.


Señaló que este tipo de abusos enrarecen la atmósfera política, además que como servidor público se debe evitar cualquier acto de este tipo, y recomendó que por parte del órgano legislativo se debiera formalizar un extrañamiento, dado que el fuero no le faculta a agredir a periodistas.