En entrevista para Intolerancia Diario, vía telefónica desde la ciudad de México, el líder de la organización 28 de Octubre, mostró su temor incluso por hacer declaraciones públicas, por lo que se negó a confirmar si fue amenazado por intentar dar una conferencia en la Escuela de Economía de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP).
Señaló que no puede hablar al respecto, ya que siguen las mismas condiciones que ha tenido en su contra en pasadas administraciones gubernamentales, y con las actuales autoridades no es la excepción.
—¿Recibió amenazas?
—Lo que pasa es que esas cosas las maneja la organización, no tengo autorizado hacer declaraciones públicas.
—¿Quién no le autorizó para hacer declaraciones?
—Es una de las condiciones, como parte de lo que me impusieron desde que salí en 2001.
Indicó que será Antorcha Campesina la que haga los pronunciamientos sobre el caso, luego de que no pudo impartir una conferencia en la UAP. “Las condiciones están vigentes, hasta que se emita una decisión de parte de la autoridad ejecutora”.
—¿Sigue el mismo temor?
—Las condiciones son así, no van a cesar hasta que haya una decisión final correspondiente
Comentó finalmente que estaba en la ciudad de México organizando la marcha para manifestarte por la represión de sus derechos.
Por su parte, Alberto Hernández, integrante del Frente de Organizaciones Sociales Sindicales, Campesinas y Estudiantiles de Puebla (FOSSCEP), que “Simitrio” no asistió por las amenazas del encargado de la seguridad en el estado.
“Se le prohibió sostener reuniones con diversas agrupaciones y es acusado de conspirar en contra de la administración estatal.
”A inicio de la actual administración pensamos que habría flexibilidad y que las cosas cambiarían, que el panorama vivido durante gobiernos priistas quedaría atrás, sin embargo Ardelio Vargas Fosado se encargó que enviar un mensaje contrario.”
El apunte
Rubén Sarabia Sánchez reapareció en la vida pública estatal el pasado 15 de febrero, como invitado especial a la toma de posesión del presidente municipal de la capital poblana, Eduardo Rivera Pérez, tras 20 años de exilio.