Sin que haya aún fecha definida para la renovación del Comité Municipal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), al menos seis grupos han impulsado alguna propuesta, mientras dos de los aspirantes van “por la libre”.

Luego de que la semana pasada el dirigente del Comité Directivo Estatal del PRI, Juan Carlos Lastiri Quirós, diera a conocer que se aproxima la renovación del Comité Municipal, trascendió una lista de nueve nombres.

La lista la conforman Pablo Fernández del Campo, Juan de Dios Bravo Jiménez, Iván Galindo, Fernando Camargo, Jorge Morales Alducin, Pilar Portillo, Blanca Jiménez, así como el diputado Francisco Ramos.

Juan Carlos Lastiri ofreció transparencia en el proceso y sin “dados cargados”, por eso han dado reuniones con la cúpula del PRI municipal con el propósito de establecer las condiciones para que el próximo presidente del PRI en la ciudad de Puebla arribe con el consenso de las bases y las distintas expresiones priistas.

La lista de nueve nombres que podrían ocupar la dirigencia presenta padrinazgos o respaldo de organismos priístas, como en los casos de Juan de Dios Bravo Jiménez, que es diputado local y uno de los promotores de Javier López Zavala.

En el caso de Iván Galindo, quien siempre ha ocupado cargos de segundo o tercer nivel, tiene el respaldo de Enrique Doger Guerrero.

Jorge Morales Alducin ya ocupó el cargo, y había quedado fuera del partido en 2004 cuando fue el candidato del PRD a la presidencia municipal.

Blanca Jiménez, diputada federal y respaldada por la familia Sánchez Juárez, en tanto el diputado federal Francisco Ramos tiene el respaldo de Mario Marín García.

De los otros tres aspirantes, Pablo Fernández del Campo —según fuentes consultadas— es el mejor visto, sin embargo se le maneja como posible candidato a diputado federal por el distrito 12.

En los casos de Fernando Camargo y Pilar Portillo tienen el respaldo de algunas bases que no tienen la fuerza necesaria.

La semana pasada Lastiri Quirós expresó que en virtud de la importancia que reviste la capital del estado en cuanto a rentabilidad electoral, las dirigencias estatal y municipal priorizarán la construcción de acuerdos entre los grupos, organizaciones, militantes y simpatizantes para evitar la fragmentación y reforzar la unidad, equidad y transparencia en el proceso.