“Como diputados y representantes populares no podemos olvidar que debemos dar atención a las personas para impedir el consumo de sustancias adictivas, como en el caso del alcohol y tabaco, ya que sector poblacional al que se dirigen los vendedores de dichos productos es a jóvenes y adolescentes.”
El punto de acuerdo presentado por Ortiz Pérez fue aprobado por unanimidad.
De este modo, el Congreso local exhortará a la Secretaria de Educación Pública estatal a desarrollar un programa emergente de prevención y tratamiento de adicciones en el que se contemple la participación de mesas directivas de padres de familia, profesores y alumnos de las escuelas del estado.
Ortiz Pérez resaltó que la manera más eficiente de atacar el flagelo social de las adicciones es la prevención, y para prevenir se tienen que estar informados y preparados para actuar, “de esta manera, los docentes juegan un papel fundamental como promotores de una nueva cultura entre los alumnos durante sus estudios básicos, debido a que la mejor manera de darle la batalla a las adicciones es educando en forma adecuada”.
Según datos de la Encuesta Nacional de Adicciones 2008, el grupo más vulnerable son los jóvenes entre 12 y 17 años de edad. En el mismo sentido, el Consejo Nacional de Prevención de Adicciones señala que las primeras pruebas de tabaco y alcohol ocurren entre los adolescentes de 11 y 12 años de edad, tiempo en el que se encuentran en nivel secundaria. El consumo de marihuana y otro tipo de drogas se inicia entre los jóvenes de 16 años que cursan el bachillerato.
“Nuestra Carta Magna, en el artículo cuarto, consagra el derecho a la protección de la salud como una garantía social que tiene entre sus finalidades fundamentales, lograr el bienestar físico y mental del hombre, la prolongación y mejoramiento de la calidad de la vida humana, así como la protección y acrecentamiento de los valores que contribuyan a la creación, conservación y disfrute de condiciones de salud que coadyuven al desarrollo social.”
Ortiz Pérez aseveró que para conservar la salud física y mental de los jóvenes es urgente combatir el abuso en el consumo de estupefacientes, sustancias psicotrópicas y otras susceptibles de producir dependencia, ya que el consumo regular de este tipo de sustancias provoca baja autoestima, violencia y hasta bajo rendimiento académico lo que se asocia con delitos, accidentes, desintegración familiar, ausentismo laboral, disminución de la productividad y suicidios, “de tal manera que las consecuencias médicas de las adicciones representan un elevado costo social y constituyen un importante problema de salud pública”.
Por último, dijo que se requiere conformar un programa contra las adicciones de carácter permanente, sustentable y con una base formativa e informativa a la población abierta, y con especial atención a los jóvenes para prevenir y combatir oportunamente los efectos nocivos a nivel personal y social de las adicciones.
El dato
A nivel nacional Puebla se encuentra entre los tres primeros estados con problemas de adicciones, mientras que en la capital el alcoholismo en el municipio ocupa el primer lugar. El estado ocupa el segundo lugar en consumo de tabaco y cuarto en alcohol, principalmente entre los jóvenes.