Las organizaciones Nodo de Derechos Humanos, Enlace Urbano de Dignidad, la Unión de Defensores de Derechos Humanos de la Sierra Norte de Puebla, la Comisión Takachiualis de Derechos Humanos y el Proyecto de Animación y Desarrollo (Prade), señalaron que la Caravana por la Paz representa una esperanza para todo el país al darle voz a las víctimas de la “guerra” del gobierno federal en contra de la delincuencia organizada.

“El dolor que está contenido debajo de los suelos de cada pueblo, busca por dónde salir, algunas voces salen y caminan por las calles, otras gritan, otras tejen, otras esperan que la honestidad abra camino para salir de nuevo, para encontrarse con otros afectados, con quienes no han tenido voz, quienes son amenazados, quienes quizás nunca han estado organizados y no buscan un membrete, un representante o un partido. Es duro lo que se juega ahora, es la esperanza de millones de mexicanos que antes que nada tenemos que parar la guerra y que vemos en su paso por Puebla una esperanza que se expande, que brota y que esperamos que germine, ya habrá momento esperamos de que los sin voz tengan su voz, de que los que aún esperan salgan y de que todos escuchemos los susurros que llegan de los vivos y de los muertos.”

Asimismo, las organizaciones no gubernamentales le dan la bienvenida a la Caravana por la Paz.

“Esperamos que su palabra llegue lejos, tan lejos que inspire más y nuevos caminos hacia la paz, que nuestra indignación de formas, modos y lugares multicolores alcance a construir esa paz con justicia y dignidad que por fin nos permita continuar con la transformación de este país sumido en la destrucción.”

La Caravana por la Paz salió ayer domingo de la ciudad de Coatzacoalcos, en el vecino estado de Veracruz y llegó a la ciudad de Xalapa, por la noche, donde fue recibida por cientos de personas.

Este día llegará la caravana a la ciudad de Puebla, encabezada por el poeta y escritor Javier Sicilia, padre de Juan Francisco Sicilia, asesinado por la delincuencia organizada en Cuernavaca, Morelos.

“El terrible asesinato de Juan Francisco Sicilia abrió una herida por la que los dolores de todos comenzaron a derramarse, como la rabia y la indignación que se fue expandiendo y que tomó poco a poco el nombre de cada muerto buscando nombres y apellidos de tantos sin nombre que han quedado debajo de la tierra, ocultos por ese silencio tan estruendoso y absoluto que impone la guerra”, señalaron las organizaciones.

No obstante, señalaron a través de un comunicado que Puebla es un estado donde hay signos visibles de inseguridad y violencia y que el cambio de gobierno no ha respondido a las demandas de los ciudadanos.