Éste no contó con la participación de especialistas, carece de proyecto ejecutivo, no soluciona el problema de movilidad de la ciudad, carece de planeación y atenta contra el entorno urbano de la capital.
Javier Ramírez Sánchez, catedrático de Arquitectura de la UPAEP y urbanista, señaló que la ruta que se construye desde septiembre, que pasa por la diagonal Defensores, bulevar Atlixco y Zavaleta, no era imprescindible para la ciudad.
Señaló que todo parece indicar que el gobierno de Rafael Moreno Valle optó por esta ruta por ser la más fácil, con menos dificultades de construcción y que le garantizaba terminar pronto.
De esta forma, fue dejada a un lado la zona de la 11 Norte-Sur, donde al parecer del especialista se necesitaba más y ahora sólo generará conflictos viales en dónde no los había
Señaló que el proyecto de Metrobús hace falta a Puebla, pero no será la solución a la grave problemática de transporte público en la zona metropolitana. “Tiene que verse como un sistema que no va a sustituir al sistema actual; no es un sustituto, sino que debe complementar el transporte colectivo, pero debe reestructurarse el sistema de transportes, si no puede causar más conflicto.
”Era más importante la ruta 11 Norte-Sur, donde todo el mundo sabe que es donde mayor afluencia de pasajeros hay, esa es más importante que la que construyen actualmente.”
—¿Por qué toman la decisión de construir en esa ruta?
—Porque les da más facilidades de construcción en cuestión de infraestructura, se les está presentando hacerlo más rápido y obviamente al gobierno le interesaba dar resultados pronto —explicó el especialista.
En este mismo tenor se pronunció Javier del Castillo, presidente del Grupo Repaso y Sociedad en Movimiento, quien ante medios de comunicación criticó la construcción del Metrobús. Manifestó que una vez que funcione los embotellamientos serán pan de cada día porque los automóviles no podrán circular en ese carril especial y solo tendrán una pequeña zona para miles de vehículos.
Al igual que el urbanista de la UPAEP, señaló que el Metrobús debería haber circulado por la 11 Norte-Sur, donde hay mayor cantidad de pasajeros y mayor conflicto vehicular con las rutas del transporte público.
Para Francisco Valverde Díaz de León, investigador de la Universidad Iberoamericana, el problema es que invierten fuertes sumas de recursos públicos en atender sólo la problemática de un 30 por ciento de la población. Dijo que este sector son los que se transportan en vehículos particulares, mientras que en materia de transporte público no hay atención o mejoras sustantivas.
Por lo tanto, a nombre de la Red de Participación Social (Repaso), Sociedad en Movimiento Biosfera, argumentó que la obra acorta 30 por ciento la capacidad de las vialidades por donde se realiza y no se sabe si realmente beneficiará las zonas donde cruza. Reconoció que no se oponen a la construcción del Metrobús, aunque ésta deberá responder las exigencias para desahogar la circulación y no de generar cuellos de botella como se pronostica.
Señaló que hay hermetismo sobre los proyectos ejecutivos o estudios de impacto, lo único que tiene claridad es que se trata de modernizar al transporte de Puebla, pero esto debe ir acompañado de un estudio de los efectos.
Los organismos civiles se han pronunciado por más información, ya que no se tomó en consideración a los habitantes de las colonias y unidades habitacionales afectadas por las obra. Ni siquiera se saben —coincidieron— los efectos que tendrá en la vialidad una vez que entre en operaciones el nuevo servicio de transporte, por la longitud y amplitud del corredor de concreto hidráulico en proceso.
“La circulación sufrirá la restricción de dos carriles, con lo que a futuro se advierte un incremento exorbitante en el tráfico de esas arterias, que tendrán que estrechar su espacio.”
Javier del Castillo señaló que además de reducir los carriles de una importante vialidad no se podrá dar vuelta a la izquierda y lo peor es que no se conocen los retornos, lo que habrá generará peores congestionamientos, pérdida de tiempo y quema de combustible.
“La obra está lejos de ser una solución a la movilidad de Puebla”, dijo al sentenciar —como los especialistas universitarios— que debió construirse en la 11 Norte-Sur, el eje principal de movilidad de los poblanos.
“No nos tomaron en cuenta”
José Alfredo Vega Herrera, presidente de la agrupación de Constructores Siglo XXI, señala: “Contamos con especialistas en el ramo de urbanismo y la construcción, y nunca nos tomaron en cuenta para hacer una planeación adecuada del sistema RUTA. Lo anterior se está evidenciando en que las obras al final tendrán que ser modificadas por estos errores.
”Cualquier tipo de proyecto debe contar con una buena estructuración y con especialistas en todos los rubros, pero en este caso no fueron tomados en cuenta a pesar de ofrecer su participación.
”Cuando no hay planeación como en su momento se señaló sobre este proyecto, trae como consecuencia demasiados errores. Esto va desde el carecer de un proyecto ejecutivo hasta considerar a los ciudadanos por la movilidad de traslados y destinos. Es complicado si se toma en cuenta que no estuvo lo suficientemente sustentado.
”Puebla ha estado en un proceso de crecimiento pero desordenado, este tipo de proyectos agravan aún más esta situación debido a que no se garantiza un beneficio real o inmediato a lo que sucede con la gran carga vehicular que se ha multiplicado, eso fue lo que tampoco se tomó en cuenta.
”Estamos viendo un cambio de la imagen de Puebla maquillado, lo que se esperaba era que se tomara en cuenta el crecimiento urbano y no algo que no está sustentado para beneficio de los ciudadanos.”
Hecho al vapor
Liliana Olmos, presidenta del Colegio de Urbanistas, refiere que el proyecto del Metrobús fue hecho al vapor. “Sabemos que las autoridades por el manejo inmediato de recursos realizan proyectos que evidentemente no tienen una planeación adecuada.
”Este proyecto tiene errores que en su momento fueron señalados y ahora los tienen que ir resolviendo, situación que evidencia que no estaba listo para aplicarse en el tramo comprendido, pues se trata de uno de los más conflictivos de la ciudad.
”Esos pequeños detalles en su momento para la ciudadanía van a resultar conflictivos, porque el proyecto no tuvo una planeación seria en donde se tomara en cuenta a los especialistas adecuados, urbanistas y otros más.
”La adecuación física del espacio donde se realizan las obras debió ser sumamente detallada, no sabemos hasta dónde el proyecto resolvía el problema de circulación vehicular en la ciudad porque se ve que esto no ha sido así, tanto que ahora en los nodos viales hay conflictos.
”Se evidencia que la empresa Logit no tuvo la planeación suficiente y que el estudio que realizó no fue suficiente para los alcances que se requieren para implementar una acción de esta magnitud.
”Hay que dejar en claro que estas acciones van a traer problemas graves en la movilidad vehicular de la ciudad, porque son cambios que no se tenían contemplados en el sentido de la circulación, e incluso la invasión de rutas del transporte en otras zonas que ahora se volverán conflictivas.”