“Queremos escuelas, no telenovelas”, los jóvenes universitarios no se cansaron de recorrer las calles de la ciudad. Del Centro Histórico a La Paz. Tres horas y media de marcha y de consignas contra la manipulación informativa en un recorrido inédito por su organización convocada desde las redes sociales y la espontaneidad de sus asistentes: partieron del zócalo de la ciudad, a unos metros del Sol de Puebla, subieron sobre la avenida Reforma y llegaron a las instalaciones de TV Azteca sobre la avenida Juárez, para que el contingente se manifestará frente a las instalaciones de Televisa Puebla, en el cerro de La Paz.

Nada perturbó la marcha.

Frente a las instalaciones de las televisoras se leyó un comunicado del movimiento “marchayosoy132” en el que se exige que los medios de comunicación informen y no engañen a los ciudadanos.

El hashtag #YoSoy132 surgió luego de la accidentada visita de Enrique Peña Nieto en la Universidad Iberoamericana de Santa Fe. Y desde esa etiqueta de Twitter se llamó a la marcha.

Señoras, desde los restaurantes como Mi Ciudad, se levantaron de sus mesas al pasar la marcha para solidarizarse con los jóvenes de “Yo soy 132”. Lo mismo que al pasar la marcha frente a la Cantina de los Remedios. Los meseros de los restaurantes de la Juárez aplaudían a los jóvenes compartiendo su simpatía hacia los universitarios.

“Esos son, esos son, los que chingan la nación. Esos son, esos son los que chingan la nación”, corearon los jóvenes al pasar frente a las oficinas del Partido Verde Ecologista (PVEM), señalando hacia las oficinas de dicho partido que se hallan sobre un Italian Coffee.

Los empleados del Partido Verde se asomaban a la marcha.

Desde los edificios de la avenida Juárez los oficinistas salían a observar la marcha recibiendo la invitación inmediata de que los trabajadores se sumaran a la marcha.

“Estudiantes informados, jamás manipulados”, clamaron a los medios de comunicación que informen.

En el trayecto del Paseo Bravo a Televisa el contingente se nutrió de más jóvenes y tomó más fuerza.

“Estamos cansados de que los medios de comunicación manejen su información a su conveniencia”,

Las consignas no se dejaban de corear.

El entusiasmo desbordó las calles.

“Si hay imposición habrá revolución”, se escuchó la consigna.

El entusiasmo no decayó.

Durante la marcha se cuestionó, como una demanda central de la sociedad, la necesidad de que los ciudadanos cuenten con medios de 
información que cumplan con su función central de informar y no de manipular la información de acuerdo con los intereses de la clase política nacional.

La convocatoria por las redes sociales halló eco entre jóvenes estudiantes de universidades públicas y privadas.

Los universitarios no se sienten representados por las encuestas:

Frente a Televisa los jóvenes leyeron un documento y se retiraron luego de un breve mensaje.

En la marcha la gente se mezcló; compartían la marcha, estudiantes de la Ibero con estudiantes de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP), así como jóvenes de otras instituciones educativas. El carácter apartidista de la marcha se trató de cuidar pero de manera espontánea algunos grupos de jóvenes gritaban consignas contra el candidato presidencial del PRI: Enrique Peña Nieto.

La inconformidad ante la clase política fue notable.

Al pasar frente al Partido Verde, frente al Banco Azteca y frente a un Bancomer el repudio fue instantáneo.

“Yo soy ‘nini’”, se leía en otra pancarta.

“Porque ni veo Televisa, ni voto por Peña Nieto”.

Profesores universitarios y periodistas también se sumaron a la marcha.

Los jóvenes que protestaron imaginaron diversas pancartas.

En cualquier cartulina o pedazo de cartón escribían los mensajes de repudio a las televisoras, pero la exigencia central fue la 
democratización de los medios de comunicación. Salieron a repudiar la manipulación informativa de los medios, luego de que las televisoras TV Azteca y Televisa, la cadena Milenio y la Organización Editorial Mexicana minimizaran la protesta estudiantil de los estudiantes de la Ibero Santa Fe en la visita del candidato presidencial, Enrique Peña Nieto.

El personaje más abucheado fue el priista.

“El que no brinque es Peña, el que no brinque es Peña, el que no brinque es Peña”. Consigna a la que se añadió: “Hay que estudiar, hay que estudiar, el que no estudie como Peña va a acabar”.

La protesta logró lo que parecía imposible: congregar a jóvenes apartidistas con añejos activistas de movimientos sociales; unir a trabajadores que se sumaron a la marcha conforme iba avanzado por la avenida Juárez; empatar la solidaridad de las señoras de la clase media alta con las demandas de la pluralidad informativa de los medios de comunicación.