La severidad de las acusaciones —muchas de ellas al aire— suplantó la firmeza de las propuestas. La inédita fórmula democrática del debate le permitió a quienes sintonizaron Puebla TV deleitarse con la ternura priista de Blanca Alcalá Ruiz; la visceralidad de Víctor Hugo Islas, que fue el desafiante durante todo el encuentro; la escolástica argumentativa de Manuel Bartlett Díaz y la reiteración antipriista de Javier Lozano Alarcón.

Los candidatos dividieron acusaciones, coincidieron en algunos momentos pero el contraste entre sus perfiles, aún a costa del denuesto como estrategia de identificación, distinguieron el debate, que se prolongó un par de horas más con el posdebate entre dirigentes partidistas y coordinadores de la campaña al Senado. Las propuestas se oscurecieron bajo el ánimo de descalificación. Por momentos algunas propuestas aparecieron, pero el ánimo de la dupla que hicieron el candidato al Senado por el PAN, Javier Lozano Alarcón y el candidato del Partido Nueva Alianza, Víctor Hugo Islas Hernández, contra la candidata priista Blanca Alcalá Ruiz mostró el tejido de la lucha por el Senado.

Francisco Rodríguez Álvarez, presidente del CCE, al terminó del debate lamentó que hubiera más descalificaciones que propuestas, aunque destacó que es un gran logro del organismo haber realizado el evento. Sin embargo, señaló que el debate cumplió con las expectativas, aunque no quiso dar su opinión personal de cuál de los abanderados fue el ganador.