Al asegurar que hasta el momento no tiene claro cuáles son los liderazgos que pueden llevar al Partido Acción Nacional (PAN) a realizar un proceso electoral competido en los comicios del próximo año, el analista político de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), Alejandro Guillén Reyes, aseguró que encuentra dos grupos políticos que buscan el control del partido: el que encabeza el presidente municipal, Eduardo Rivera Pérez y el del gobernador Rafael Moreno Valle.
En ese contexto, agregó que por la posición política que tiene en la actualidad el mandatario poblano tiene una enorme influencia y un gran peso al interior del partido albiazul, porque además es el titular del Poder Ejecutivo de Puebla, “hay que ver hasta dónde logra acuerdos con el otro grupo, porque creo que deben negociar y no caer en la búsqueda de quedarse con todo y que el perdedor pierda todo”. Lo que tiene claro el académico de esa casa de estudios poblana es que si dentro del PAN no existe cohesión interna, crecen las posibilidades de perder el proceso electoral que se llevará a cabo el próximo año, por eso reiteró que los grupos panistas deben llegar a arreglos, “pero no deben permitir la suma cero”, donde un grupo gana todo y el otro pierde todo, entonces hay que esperar las negociaciones que están en puerta.
Al asegurar que dentro de ese instituto político todavía existe cierta incertidumbre y confrontación interna después de caer al tercer lugar en las elecciones presidenciales del pasado 1 de julio, Guillén Reyes apuntó que en la entidad poblana se vive la típica lucha por la hegemonía, donde los grupos tratan de acomodarse y desbancar a quienes tienen la dirigencia, “no es extraño lo que se vive en Puebla”. Y es que desde la perspectiva del politólogo es común que quienes buscan el poder digan, “tuvieron su oportunidad y ahora nos toca a nosotros”, pero hasta donde está la situación del PAN a nivel nacional y en el ámbito estatal las dirigencias están apegadas a los estatutos y cumplen con su periodo al frente del partido.
En el caso de Puebla, el presidente del blanquiazul Juan Carlos Mondragón, está apegado a la institucionalidad, agregó Alejandro Guillén, porque cumple con su periodo y tiene la posibilidad de prolongarse, pero especificó que lo que sucede en el panismo poblano es propio de lo que pasa en un partido político con una derrota como la que sufrió el 1 de julio, “pero si no negocian, las consecuencias serán nefastas para todos ellos”.