En ese contexto, el militante del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el estado de Puebla consideró que los gastos presentados se entienden como excesos de gobierno, sobre todo si se considera que la entidad tiene otras necesidades muy marcadas y concretas en las que se deben invertir los recursos que recibe anualmente el gobierno estatal.
Datos publicados esta misma semana indican que el mandatario poblano destinó 536.8 millones de pesos en el rubro de difusión e imagen en los dos primeros años de gobierno, recursos que fueron distribuidos en el presupuesto para la Dirección de Comunicación Social, la promoción de su primer informe de actividades, los festejos del 5 de mayo, el Grito de Independencia y la aparición de Moreno Valle en los programas “Ventaneando” de TV Azteca y “Hoy” de Televisa.
En ese contexto, Raúl Villalobos Camacho reveló que en días pasados, el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) publicó que entre los años 2000 y 2011, en la entidad poblana cerca de 8 mil personas murieron de hambre, lo que coloca al estado en el cuarto lugar nacional de muertes por esa causa, por lo que resulta absurda la inversión en imagen y publicidad cuando las prioridades están en otros puntos concretos y conocidos por todos.
Desde la perspectiva del economista poblano hay temas urgentes que atender en el estado, entre ellos que las personas en situación de marginación tengan piso digno, luz, agua potable y energía eléctrica en sus comunidades “más que estar pensando que el gobernador del estado se vea guapo en los medios de comunicación”, porque desde su perspectiva eso no ayuda en nada, por lo que se mostró en desacuerdo con esas erogaciones del gobierno del estado de Puebla.
Desde la perspectiva del presidente de la Liga de Economistas de Puebla, el titular del Poder Ejecutivo del estado debe destinar mayores recursos para temas fundamentales y prioritarios, como la inseguridad, la desigualdad social, el combate de la pobreza alimentaria y la educación, pero de ninguna manera en publicidad, que solamente promueve la imagen de los funcionarios del gobierno.