Personas pensionadas, de entre 65 y 85 años de edad, con cáncer, mal de Parkinson, diabetes con trombosis entre otros males, fueron afectadas al retirar el gobierno de Rafael Moreno Valle Rosas el servicio médico del ISSSTEP.

Los extrabajadores del desaparecido Instituto para la Asistencia Pública del estado de Puebla (IAPEP) rompieron en llanto en una rueda de prensa, al quedar desamparados, luego que desde diciembre ya no tienen servicio médico.

Incluso ya se ha registrado la primera muerte de uno de estos pensionados desprotegidos por no recibir atención médica oportuna al sufrir cáncer.

Ahora más de 20 personas de la tercera edad viven en la zozobra e incertidumbre, ya que no nada más les fue retirado el servicio médico, sino que les están pagando su pensión de 3 mil pesos mensuales en efectivo, sin ningún recibo de por medio.

Aunque ya no reciben servicios médicos, aún les descuentan más de 600 pesos por el ISSSTEP.

Pero el clamor llegó a oídos del gobernador Rafael Moreno Valle Rosas quien, al ser abordado por los ancianos en pleno zócalo de Puebla, reconoció que era una situación anómala y prometió que la revisaría.

El IAPEP, que era conocida como la beneficencia del gobierno de Puebla, desapareció a finales de 2012 tras una orden del gobernador Rafael Moreno Valle, al afirmar que no era rentable para las arcas.

El clamor
Desde el 20 de diciembre de 2012, los más de 20 pensionados del IAPEP se quedaron sin servicio médico del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores al Servicio de los Poderes del Estado de Puebla (ISSSTEP).

Sin más, cuando fueron por lo medicamentos que toman por tratamientos contra enfermedades crónicas en el mes de enero, les fue negado el servicio, sin explicación alguna.

Fue así como se dejaron a un lado tratamientos de enfermedades normales en la tercera edad como cáncer, diabetes, hipertensión, mal de Parkinson, y hasta apoplejía.

Pero ahora su miedo es perder la pensión que se ganaron con años de trabajo en el organismo descentralizado, luego de que les han avisado que ya no les pagarán en las oficinas del IAPEP, donde aún reciben su pago en dinero en efectivo.

La única información que tienen es por parte de quienes les entregan su pensión, que oscila entre 3 mil y 6 mil pesos mensuales, lo que ha desatado un verdadero miedo a quedarse sin nada.

El dinero es entregado en efectivo, sin recibo alguno, sólo los extrabajadores tienen que firmar una hoja que se les queda a las autoridades.

La mayoría de estas personas se encuentran en muy mal estado físico, inclusive una persona no pudo ni levantar un recibo de pago a los fotógrafos, de cuando aún no desaparecía el organismo descentralizado.

“Ya nos dijeron que nos van a pagar hasta el 28 de febrero y ¿después con quién nos vamos a dirigir? No es justo que nos traigan vuelta y vuelta y no nos resuelvan nada”, dijo.

“Ya tocamos puertas, tratamos de hablar con el director del ISSSTEP y no nos pudo recibir, pero sí nos descuentan aunque nos dieron de baja, yo creo que por eso no nos dan el recibo, nomás nos dan un sobrecito con el dinero.”

”No tenemos a quien recurrir y que se haga cargo de pagarnos, y nadie se hace responsable.”

En el desamparo
Ahora lo pensionados se encuentran desamparados, muchos tuvieron que dejar sus tratamientos de enfermedades crónicas y graves, sobre todo por la edad.

Ahora no sólo tienen que preocuparse por salir delante de sus enfermedades, sino de saber cómo podrán tratarlas, agregándoles angustia, que podría deteriorar más sus cuerpos ya de por sí mermados por el paso del tiempo

Éstas son siete breves historias de las más de 20 personas que sufren la angustia, quienes claman ser apoyados tras dejar su vida entregada al IAPEP.

Genaro Hernández Martínez, 79 años.
“Vengo porque estoy malo de Parkinson y me hicieron la operación en la cabeza, estaba viendo al especialista y ya no seguí el tratamiento. Me dijeron que me iban a pagar el 50 por ciento de pensión.

”Nos daban primero recibo, después nos dieron tarjetas para cobrar en el banco, ahora no nos dan nada, sin recibo, sin nada, nos quitaron el seguro, ahorita me quitan el ISSSSTEP, estoy endrogándome para pagar el especialista.”

—¿Cuántos años trabajó para IAPEP?

—Trabajé 15 años, tengo 79 años cumplidos, ya en ningún lado me dan trabajo.

Nazario Antonio Espinoza Lobato, 62 años
“Estaba programado para esta semana, ya no me hicieron ni los análisis anteriores para la quimioterapia, perdí eso y perdí la quimio, ya estoy otra vez acá sin medicina.”

—¿Qué enfermedad tiene usted?

—Tengo varias, soy parapléjico, tengo cáncer en la cabeza y ya no nos atienden.

”Nadie nos aviso nada de que iba a desaparecer el Instituto, nosotros vivíamos afuera, lo mío fue un accidente de trabajo, me caí de una escalera en el IAPEP, sólo cuando fuimos a consulta nos dijeron que ya no teníamos derecho.

”Mis medicamentos son de control, yo no le he querido buscar problemas con nadie, así que busqué tratarme con los genéricos, pero ese medicamento no los dan ni en los genéricos.”

Martha López Saavedra, 77 años
“No hay quien me atienda, me duele mucho mi cabeza, son dolores tremendos, no he visto a ningún médico.”

—¿Usted cuánto tiempo trabajo en IAPEP?

—24 años, trabajé en el jurídico, administrativo, varios departamentos, eso no se vale también me descuentan.

Esperanza Estévez, 62 años
“Me duele mi pierna, tengo azúcar alta, no veo bien, me iban a operar de los ojos, ando bien mal, ayúdenos por favor, todos ya estamos grandes, somos gente que trabajamos toda la vida honradamente, y que nos hagan esto como que no está bien.”

—¿No ha podido ir al médico?

—No, pues dónde, de dónde va uno a agarrar, va uno al día.

Luisa Juancardia, 85 años
“Tengo la pensión por mi esposo, soy viuda, tengo el azúcar también, tengo 25 años y ahora me quitaron todo (…), nos quitan los servicios médicos, desamparados.”

Puebla Romero Hernández, 80 años
“Pedimos que nos ayuden, me estaban tratando una hipertensión y la circulación, además de varias enfermedades que se me han desarrollado con la edad, ahorita cómo vamos a comprar medicamentos, pedimos que nos ayuden, para que podamos seguir viviendo.

”Andaba ya en los 30 años de trabajar, pero mis pies y manos ya me dolían, ahora dónde podría encontrar empleo. Tengo 80 años de edad.”

María Petra Flores Trujillo, 69 años
“Yo tenía ISSSTEP, ahí me hacían estudios cada mes, por eso del colesterol y soy hipertensa, diabética, y ando mal del brazo, de todo. Me trataban y me daban medicamentos, pero ahora de la noche a la mañana todo se me suspende.

”Me dijeron eso en diciembre, desde entonces no tengo medicamentos.”

La promesa
Luego de la rueda de prensa, los jubilados se enteraron que el gobernador Moreno Valle se encontraba en el zócalo, presidiendo la ceremonia del Día de la Bandera, por lo que se armaron de valor y fuerzas para buscarlo.

Pero el zócalo se había convertido en un bunker, luego de que para la ceremonia se montaron vallas por todos lados para impedir el acceso al ciudadano común.

Sin embargo, los ancianitos aprovecharon que el mandatario estatal, contradictoriamente, salió del cerco de seguridad para darse “un baño de pueblo” y tomarse fotos con la gente que se acercaba.

Fue en esos momentos que lograron contactarlo para clamarle apoyo, pero Moreno Valle sólo prometió revisar el asunto, al reconocer que podría entrar en la ilegalidad.

—Señor gobernador, ya nos quitaron el ISSSTEP. Nadie nos atiende, todo nos quitan.

—Pero no se los pueden quitar, los que ya están jubilados no tienen problema, eso es por ley, ¿Ya están jubilados?

—Si y ya no nos dan ISSSTEP, estamos todos enfermos, ya falleció un compañero de que se lo quitaron, ayúdenos por favor.

—No tenía conocimiento del asunto, yo con mucho gusto lo reviso

—Somos de la tercera edad, apóyenos.

—Yo con mucho gusto lo veo, no tenía conocimiento del asunto, pero no preocupen, con mucho gusto lo vemos (…), ahorita le hablo al director del ISSSTEP para que me expliquen el asunto.

—¿No nos podría reubicar?

—No, reubicar no, en IAPEP a los pensionados si se les puede dar el servicio médico sin duda y seguir pagando su pensión.

—Tenemos entendido que el último día de febrero ya no nos van a pagar.

—Yo creo están confundidos, están mal informados, a ver, yo les estoy informando, toda la gente que está jubilada de antes (…).

—¿Y liquidados?

—A ver, son dos cosas diferentes las liquidaciones y los jubilados. Los jubilados siguen con el mismo tratamiento que tenían antes.

—Pero ya no tienen el servicio, desde el 30 de diciembre.

—Cómo, lo que tuvieron antes lo tendrán ahora, eso es lo que yo veo.

—Fuimos y no nos quisieron dar el servicio.

—¿Pero les siguen pagando las pensiones?

—Sin recibos.

—Bueno, eso es a lo que voy.

—Hasta nos descuentan el ISSSTEP.

—¿Cómo se los van a descontar si ya están jubilados? Yo con mucho gusto lo reviso, pero la información que tengo es que todos los que estén jubilados mantienen los mismos derechos, pero eso yo lo reviso.

—Por eso lo venimos a ver, porque ya no tenemos servicio médico
.
—Pero les siguen pagando su pensión, déjenme ver lo del servicio médico, yo ahorita le hablo a Roberto Rivero.

Mientras tanto, Héctor del Río fue la primera víctima mortal por no recibir las quimioterapias que recibía en el ISSSTEP, tras sufrir un severo cáncer.