En este lugar, luego de las ponencias de especialistas en seguridad pública para concientizar y capacitar a elementos policiacos sobre los cambios en las leyes de la materia, al tomar la palabra, algunos elementos policiacos se quejaron de la incertidumbre laboral.
Expresaron que el mayor problema que aqueja a los policías en Puebla, ya sea ministeriales o estatales, es vivir bajo la zozobra de poder ser despedidos en cualquier momento por las pruebas de confianza, pero también los bajos sueldos.
Aseguraron que los altos mandos policiales no toman en cuenta la experiencia en las calles de los uniformados, por lo que los exámenes que les son practicados pudieran no ser el mejor referente de desempeño.
Al tomar la palabra en la sesión de preguntas y respuestas, Rubén Flores Vargas, jefe de grupo de la Policía Estatal, señaló que existen policías con hasta 38 años de servicio, con sueldos de apenas 3 mil 800 pesos quincenales.
“Nosotros estamos listos para prepararnos, pero sentimos que los jefes no nos toman en cuenta, aunque somos los primeros que tenemos contacto con las víctimas y victimarios de delitos”, dijo.
Señaló que las autoridades deben comprender que se trata de personas que tienen familia con hijos, por lo que es increíble pensar que un policía pueda vivir con los 3 mil 800 pesos quincenales.
“Sí, a mí sí me exigen que me prepare, y lo hago”, dijo al referir que acaba de recibir su certificado de bachillerato a los 56 años, por lo que ahora piensa continuar estudiando Derecho, para lo que pidió apoyo de la institución, “así, les aseguro, todos nos pondremos la playera”.
“Lo veo como cuestión ecológica, ahora quieren policías sustentables, yo ya soy desecho, vienen policías nuevos, con más estudio, pero en la calle es diferente y hay que saberla trabajar”, señaló.
Comentó que los evaluadores carecen de experiencia, por lo que las pruebas, por ende, no son confiables. “Cuando yo era policía estaban en la primaria, y si a alguien no le caigo bien, me echan fuera, porque dice que ya no soy acreditable”, comentó.
Otro elemento de la fuerza pública señaló que debe verse que los uniformados también son víctimas, “nos ha ido mal, hay mucha deserción porque somos víctimas”, dijo al aducir las pruebas de confianza.
Por lo tanto, dijo que se deben crear protocolos para proteger al policía, sobre todo en los municipios, “sentimos que no tienen y no nos dicen en qué se fundamentan los filtros (…) Vamos a darlo todo por la camiseta, respetando todo, pero también que nos respeten”.
Estos comentarios arrancaron el aplauso de una centena de policías, tanto ministeriales como estatales, que acudieron al foro.
A este foro acudieron diversas autoridades de estados como Coahuila, Tlaxcala, Oaxaca, entre otras, pero ninguna de Puebla, a pesar de que se les giró invitación al procurador Víctor Carrancá y al secretario de Seguridad, Facundo Rosas.
El foro
Durante las ponencias, en el foro se habló de evitar la violencia a menos que sea estrictamente necesaria, así como de la no “fabricación” de acusados y frenar las atenciones arbitrarias
Por ejemplo, el ponente Rafael Estrada Michel, especialista en temas de seguridad, dijo que el uso de armas de fuego debe ser la última medida, sobre todo contra niños u otros grupos vulnerables.
Por su parte, Gail Aguilar, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe), señaló que en México los derechos de las víctimas no tienen peso fundamental, por lo que para poder hacerlos valer se tiene que acudir a los tribunales internacionales.
“No hay reparación del daño (…), los altos bandos no tienen sistema de control efectivo; será difícil, pero es necesario crearlo”, señaló al referir que se necesita un sistema de inventivos para policías, y no sólo económicos, sino de preparación.
“Entre los policías, ya que hay quienes sueñan con ser ministerios públicos, capacitación y especialización permanente, por ejemplo la policía de secuestros no podrá hacer indagatorias de delitos sexuales”, detalló.
El foro es organizado por la Comisión de Seguridad Pública del Congreso de la Unión y tendrá una duración dos días, donde participarán especialistas en seguridad, diputados federales y mandos policiacos.
Uno de los objetivos del evento es que, en el marco del cambio del sistema de justicia penal a uno acusatorio adversarial, las policías del país deben tener la plena conciencia de este nuevo modelo y los cambios que sufrirá su rol. Así como el control judicial durante la investigación del delito, la cadena de custodia, la certificación policial, el testimonio del policía en el juicio oral y la investigación delictiva objetiva, son unos de los objetivos a observarse en el foro.